Las colas: infierno para unos salvación para otros
Comprar alimentos implica sacrificar al menos 6 horas en colas, pero mientras unos odian las filas, otros las aprovechan para subsistir en medio de la crisis
Niurka Franco
La ola de calor que azota al estado no sido obstáculo para las miles de personas que como ya es costumbre, le ganan la carrera al sol, para amanecer frente a los expendios de alimentos.
Frente al Central Madeirense de Barcelona, se instalan de manera simultánea consumidores y vendedores tanto de alimentos como de agua, papelón con limón, chupi chupi, granizados, o cualquier otro líquido que permita mitigar la sed.
“Desde las cinco estoy en esta…y cuando logro entrar lo único que puedo llevar son cuatro paquetes de arroz, se quejó una mujer que no quiso identificarse y que renegó del sistema biométrico, calificándolo de fracaso.
El equipo de El Mercurio Web, también recibió la queja de Francisca Brito, quien aseguró que comprar comida se ha convertido en una humillación demasiado grande para la población.
Contrario a este testimonio, fue el ofrecido por algunos vendedores itinerantes, quienes aseguraron que de no ser por la escasez y las colas, se las habrían visto negras.
Tal es el caso de Juan Carlos Chivico, quien contó que entre 8 y 12 del medio día había ganado 1.500 bolívares con la venta de papelón con limón.
Entre tanto, algunos establecimientos que hacen vida en el conglomerado comercial no abrieron sus puertas.
Se pudo conocer que ante la cantidad de personas aglomeradas dentro del establecimiento, así como la violencia que se genera entre algunos usuarios, llevó a comerciantes a cerrar sus puertas para evitar riesgos.
“Hace dos semanas dos mujeres que estaban en cola se cayeron a golpes por un paquete de pañales y terminaron sacando cuchillo, fue una situación terrible, contó aun con el susto reflejado en sus ojos, una vecina del hipermercado.