“Ante el nepotismo oficialista votar en contra es ya una obligación”
Richard Casanova, dirigente regional de Primero Justicia, afirma que la postulación de la esposa del presidente y de los gobernadores, constituye una perversión de la política, pero sobre todo, un problema ético
Niurka Franco
El término nepotismo está en boga, a raíz de la decisión del CNE de ordenar la participación de al menos 40% de mujeres en las listas de votación.
Esa medida de especial impacto para la oposición, porque fue tomada luego de las primarias realizadas para la escogencia de candidatos, pero antes de que el PSUV hiciera sus comicios, ahora cobra relevancia y pone de relieve el nepotismo.
De acuerdo con el diccionario dela Real Academia Española, “se trata de una desmedida preferencia que algunos dan a sus parientes para las concesiones o empleos públicos sin tener en cuenta otros méritos”.
Sobre el tema, Richard Casanova, dirigente regional de Primero Justicia, afirma que la postulación de la primera dama, Cilia Flores, así como de las esposas de gobernadores como Vielma Mora en Táchira y Carlos Mata Figueroa en Nueva Esparta, por nombrar solo tres casos, constituyen una perversión política, pero además un grave problema ético.
Casanova, ha sido un férreo crítico de estas situaciones cuando han ocurrido del lado opositor, por lo que dice tener moral suficiente para hacer la observación, subrayando que en el caso de la primera dama la situación es mucho más grave, porque está optando a un cargo de parlamentaria y el parlamento es en esencia un ente contralor del ejecutivo nacional, aunque actualmente no sea así.
“En ese caso hay un agravante y es el hecho de que la esposa del presidente formaría parte de la institución encargada de controlar su gestión, son parte de las distorsiones del régimen, es la expresión más nítida de la falta de autonomía de los Poderes Públicos”, aseveró.
Observa que se sienta un grave precedente en el país, cuando la casa que hace las leyes, es la primera en violar la Constitución de la república, lo cual a todas luces genera señales de gran desconfianza en las instituciones nacionales.
Subraya que en el país existe una amplia población femenina a la cual los oficialistas viven elogiando. “Hace poco salieron con la cháchara de la igualdad de género, pero se burlan de las mujeres que dicen respetar y así las que no gozan del privilegio de ser esposas de ministros, gobernadores o dirigentes del partido rojo, no tienen derecho a nada”.
El dirigente de la tolda amarilla y negra apunta que frente a esa realidad que desnuda al régimen, presentándolo tal cual es, votar en contra se convierte más que en necesidad, en una obligación.