Por morosidad del gobierno clínicas rebotan a educadores
Los profesionales dependientes del Ministerio de Educación deben hacer esfuerzos por mantenerse sanos, porque si enferman tienen que ir a parar a los hospitales donde falta todo
Niurka Franco
La vida de un educador no es fácil. Los responsables de formar a los hombres del mañana, no cuentan siquiera con una póliza de Hospitalización, Cirugía y Maternidad, para hacer frente a cualquier eventualidad, de lo cual nadie está exento.
El drama que vive la maestra Zenaida de Martínez, una docente jubilada que dedicó 30 años de su vida a formar muchachos, fue contado por una de sus hijas, quien revela que a sus 66 años, está afectada por una pancreatitis y aunque dos de sus hijos, también educadores y la tienen “asegurada”, no ha servido de nada, porque la deuda que mantiene el Ministerio de Educación con las clínicas del estado es tan alta, que estas instituciones se niegan a recibir los pacientes del sector.
“A mi mamá tuvimos que llevárnosla a Caracas, porque en las clínicas de aquí no hubo manera de que la recibieran porque supuestamente el gobierno está moroso y hasta que el Ministerio de Educación no pague la deuda mil millonaria que mantiene con las clínicas, éstas no recibirán a maestros, profesores ni nada que se parezca ”, comentó la jovencita hija de la maestra afectada, quien prefirió no dar su nombre, quien aseguró que estudiar docencia en este país es un acto heroico.
Advierte que la mayoría de los maestros y profesores dependientes del despacho de Educación el respaldo que tienen “si es que se le puede llamar así”, es un plan de asistencia médica para atención primaria. “De ninguna manera incluye emergencias, cirugía o maternidad”.
Al respecto, Pedro Luis Rodríguez, afirmó que en el área metropolitana, las únicas clínicas que están atendiendo a maestros y eso sólo para consultas, son la Bicentenaria ubicada en Barcelona y Oriental de Seguros.
“La deuda es tan grande que el plato roto lo pagan los trabajadores de la docencia, quienes apenas si ganan para comer”, expuso el presidente del Sindicato Venezolano de Maestros, Sinvema Anzoátegu , para añadir que si el docente hace un sacrificio y logra cancela, luego debe esperar hasta tres meses y más para que le reembolsen el dinero.
“La situación es muy grave y cuando se hacen denuncias acerca de las calamidades por las que pasan los docentes, quienes ya prácticamente viven para comprar alimentos, el gobierno pretende criminalizarlos y hasta meterlos presos, acusándolos de traidores a la patria”.
Rodríguez emplazó a los funcionarios públicos a que acudan al Razetti o a cualquier otro centro de salud pública de país cuando tengan un quebranto de salud a ver cómo les va, “ya que según ellos, los hospitales están dotados y las denuncias son producto de la guerra económica y mediática, los invito a que cuando se sientan mal o alguno de sus familiares requiera atención médica, vayan a los hospitales para que vivan lo que el resto de la población padece.