Vecinos califican de mal vecino al C.C. Puente Real en Barcelona
Residentes de Nueva Barcelona y particularmente quienes viven en Residencias Casa Grande aseguran que desde su inauguración todo cambió para peor, porque generan contaminación
Niurka Franco
“Cuando comenzó la construcción del Centro Comercial Puente Real hace aproximadamente cinco años, se acabó la tranquilidad de quienes vivimos de este lado de la ciudad y que estábamos complacidos por la paz que se sentía en el sector”, asevera Maritza Bustamante, quien reside en el conjunto residencial Casa Grande, que queda justo al lado.
“Primero fue el proceso de construcción, los daños que la colocación de pilotes y proceso de excavación generó a las edificaciones cercanas, y posteriormente una vez terminado y operativo, la contaminación de todo tipo que existe en la calle de servicios del Centro Comercial”.
Al planteamiento de Maritza Bustamante se suma el de José Gregorio Marrero, quien comenta que hay días en los que si hay brisa, no pueden abrir las ventanas por el mal olor que despiden las aguas negras que emanan de ciertos locales como Le Marché.
“Es insólito que un local comercial que forma parte de un moderno conglomerado, lance aguas negras a la calle. Además, ese local tiene una planta eléctrica que cuando se va la luz ( ya sabemos la frecuencia con que eso ocurre en el estado), se enciende y genera un ruido ensordecedor. Desde el condominio se han hecho denuncias en lo que fue el Ministerio del Ambiente, pero nada ocurrió”.
Observa que durante una semana, el mismo local presentó problemas con su alarma, la cual a partir de las 10 de la noche se encendía hasta las 6 de la mañana del día siguiente, cuando regresaba el personal a laborar. “Eso fue una verdadera tortura, por fortuna la desconectaron hace poco y sólo quedó la luz de la fulana alarma, pero fue realmente tortuosa la experiencia”.
Un breve recorrido por la calle que separa el Centro Comercial Puente Real de la Residencia Casa Grande, permitió corroborar lo dicho por los vecinos, en cuanto a que el portón por donde debían entrar los prestadores de servicio como Corpoelec, Inter, Cantv y aseo urbano, están sellados por un cúmulo de basura arrojada por proveedores de los distintos locales que hacen vida el Centro Comercial.
“Además, los gandoleros, camioneros y demás personas que abastecen a negocios como Le Marché, han convertido en baño público esa calle, de manera que quienes habitamos en planta baja no podemos abrir las puertas porque los malos olores obligan a cerrarlas”, comentó una vecina que prefirió no identificarse. Sin embargo, hizo un llamado a las autoridades locales para que se den una pasadita por el lugar y constaten las denuncias.
La mayoría de las personas coincidieron al pedir que se proceda al asfaltado de la calle y a su alumbrado, para evitar que delincuentes la sigan tomando como atajo tras cometer sus fechorías.