Economista: El país se le fue de las manos al gobierno
Carlos Guzmán afirma que aún cuando el BCV lleva meses sin ofrecer estadísticas, con sólo adquirir los productos básicas se comprueba la alta inflación
Niurka Franco
Hablar de alta inflación en el país ya es un lugar común, porque pese a que el Banco Central de Venezuela desde hace meses, no frece estadísticas oficiales sobre los indicadores económicos, algunas instituciones como el Centro de Documentación y Análisis de la Federación Venezolana de Maestros, Cendas y economistas nacionales, reflejan con frecuencia análisis sobre la disminución del poder adquisitivo.
Expertos del área, entre ellos el economista Carlos Guzmán, afirman que la inflación pueda alcanzar pronto los tres dígitos, como consecuencia de la aplicación de políticas erradas, entre ellas los controles aplicados de forma permanente.
A juicio de Guzmán, no hace falta ver los maquillados indicadores económicos del máximo ente emisor, para percatarse de que el país está inmerso en una hiperinflación, recalcando que “Venezuela se le fue de las manos al gobierno”.
Esta realidad, dijo, se palpa todos los días, cuando se compra un producto y 24 horas después ya exhibe un precio más alto. Citó el caso de los cauchos para vehículos, cuyo valor para el más económico es de 20 mil bolívares.
“Se requieren cuatro salarios mínimos para poder comprar uno”, acota para recalcar que un trabajador que necesite comprar un neumático, debe eximirse de tocar un solo bolívar durante cuatro meses.
Comenta que frente a la magnitud de la crisis, el gobierno no motiva la productividad y muy por el contrario, se enfrasca en una persecución y amenaza permanente a los empresarios, a quienes promete negar definitivamente las divisas para que puedan operar operar.
“Por qué el gobierno no toma acciones contra los empresarios de maletín a quienes les dieron los 25 mil millones de dólares de Cadivi, ellos saben quiénes son, entonces que los ubique y dejen ya de jugar con la buena fe de los venezolanos que ya han comenzado a cansarse.
Refiere que existen formas de recuperar el aparato productivo, pero el gobierno lejos de querer hacerlo, prefiere continuar con la política de importación, porque según advierte, es lo que favorece sus negocios.
“En todo lo que se importan siempre hay un guiso, nada se hace sin la contraparte de la corrupción, de esa forma es imposible lograr avances económicos, aplicando además unas políticas erradas que ni siquiera corresponden a un modelo, porque lo que existe ni siquiera puede ser considerado como tal”.