Empresariado entra en pánico por ocupaciones y detenciones
Directivo de Fedecámaras Anzoátegui no ve señales de diálogo para reconstruir la economía nacional
Salvador Passalacqua
@spassalacqua
En menos de 48 horas, el gobierno de Nicolás Maduro se apoderó de una cadena de farmacias y otra de supermercados y encarceló a sus gerentes. El efecto ha sido inmediato en el empresariado. Fedecámaras en Anzoátegui considera que las recientes medidas “acosan y crean pánico” en medio de una narrativa bélica contra el sector privado.
Tres palabras bastan al miembro de la directiva de la patronal en el estado, Luis Medina, para describir las órdenes de Maduro en los últimos días: una enorme torpeza. “Están cavando cada vez más la fosa en la que quieren hundirnos”, metaforiza. “Demuestran que no quieren diálogo y tampoco reconstruir la economía nacional”.
El pasado lunes, la onda expansiva de los rugidos presidenciales llegó hasta el supermercado Unicasa de Plaza Mayor, en Lechería. La Guardia Nacional Bolivariana (GNB) detuvo al gerente del establecimiento, Omar Onduño, por permitir el despacho de productos básicos en una taquilla externa.
Fedecámaras insiste en que la política económica actual no permite la producción y es éste el verdadero origen de las colas, la escasez, la inflación, los mercados negros y el contrabando de extracción. “La empresa privada no puede hacer ninguna guerra. No tenemos armas ni recursos. No tenemos condiciones para estar en medio de una diatriba contra un Estado todopoderoso”, sentencia Medina.
El fin de las colas vendría, a la luz de la lógica patronal, con la reactivación del aparato productivo y el incentivo a la empresa privada. “La mayor prueba del fracaso es la Zona Industrial de Barcelona”, manifiesta. Los Montones, espacio en que se proyectaban 500 empresas, actualmente se muestra desolado.