“El Estado debe velar por la integridad de privados de libertad”
El abogado Carlos Andrés Bolívar afirma que el país ha estado sordo ante los llamados de alerta de organismos internacionales en materia de DDHH
Niurka Franco
@Con Franqueza
Para el abogado Carlos Andrés Bolívar, la situación de Venezuela en materia de derechos humanos deja mucho que desear, sobre todo si se toma en cuenta la sordera evidenciada frente a los reiterados llamados de los distintos organismos internacionales respecto a la materia.
Bolívar quien es abogado especialista en el tema de DDHH estima que la integridad de las personas privadas de libertad es responsabilidad del Estado venezolano y en consecuencia, le corresponde velar porque todos sus derechos sean respetados mientras se encuentren en prisión, a la vez que debe garantizarles el debido proceso.
Estas condiciones a su juicio no están garantizadas y basó su afirmación en el horror que se vive en las cárceles del país y en las experiencias recientes con Iván Simonovis, Enzo Scarano y Leopoldo López, entre otros, a quienes se les han vulnerado sus derechos.
“Iván Simonovis entró sano y salió gravemente enfermo, al igual que Scarano y a Leopoldo López lo mantienen en prisión sin que exista delito, sólo por pensar diferente y exponer su punto de vista, al igual que ocurre con otros estudiantes”.
Precisó que estas situaciones de trato inhumano se han registrado en todas las cárceles y centros de reclusión. “En Anzoátegui durante las detenciones ocurridas el año pasado, a un joven retenido en El Viñedo le cortaron un mechón de cabello y lo obligaron a tragárselo”, dijo, acotando que se trata de uno de los tantos casos denunciados.
Afirma que este tipo de acciones son las que han impulsado a los profesionales del Derecho, entre los cuales se cuenta, a sumar sus voces en defensa de los derechos humanos.
“Continuaremos en esa lucha, independientemente de la condición social, ideología o color político, quien sea violentado en sus derechos, siempre tendrá defensores”, concluyó no sin antes deplorar la actitud del Defensor del Pueblo.