Ante alto costo de la vida familias se reinventan para subsistir
Frente a las situaciones de crisis siempre están los que lloran y quienes fabrican los pañuelos, de este lado se encuentra José “el señor de los bollos” como se hace llamar un trabajador que emprendió un negocio familiar que se proyecta como exitoso
Niurka Franco
“Las oportunidades las pintan calvas”, reza el refranero, porque una vez que pasan, no hay posibilidad de tomarlas. Consciente de ello, José “el señor de los bollos, como se hace llamar, afirma que tanto él como su familia, están intentando sobrevivir a las circunstancias con un negocio sencillo, que implica trabajo, pero puedenver los frutos.
Este personaje es oriundo de San Mateo y cuatro días por semana, se desplaza hacia la zona norte, para vender bollos de maíz tierno y cachapas con queso.
“Todos los miércoles, jueves viernes y sábados estoy por aquí, la gente ya me conoce como el señor de los bollos y tengo mi clientela fija”, comenta sonriente mientras atiende a un cliente en el Centro Comercial Aventura Plaza, uno de sus puntos fijos.
A José como a miles de venezolanos, no le ha sido fácil luchar contra la inflación, la escasez y el alto costo de la vida, pero afirma que frente a las adversidades, toca ponerse creativos.
Algunos comensales que observaban la entrevista, no tuvieron empacho en participar para halagar las cachapas de José. “Son muy buenas, las recomendamos al igual que los bollos, porque son de maíz tierno y no de harina, eso se siente”, dijeron.
Justo al frente de donde nos encontrábamos, un centenar de personas hacía cola para entrar a un establecimiento comercial. A la pregunta de si hacía cola para comprar dijo que sí como todo el mundo, pero no para elaborar sus productos los cuales afirma son 100 por ciento naturales, Maíz de Anzoáteguiy queso de Monagas. “Se trabaja bastante, pero se le ofrece a la gente calidad para que sigan comprando”.
José señala que con constancia y dedicación, ha ido ganando cada día más comensales, sobre todo en las entidades bancarias y trabajadores de los comercios existentes en la avenida principal de Lechería.
Alguien comentó mientras hacíamos la entrevista que el señor de los bollos es todo un comerciante y no lo dudamos, como tampoco queda duda de que las crisis pueden servir para que emerjan los emprendedores, por aquello de que mientras algunos lloran, otros fabrican pañuelos, todo está en saber identificar el momento y la oportunidad