Anarquía caracteriza tránsito en Anzoátegui
Solo en el mes de octubre la recaudación por multas se ubicó en 840 mil 487 bolívares, siendo los motorizados los más reacios a cumplir con la normativa legal vigente
Niurka Franco
El nivel cultural de un pueblo se puede medir con solo un vistazo al tránsito, solía decir Arturo Sant Vicent, inmigrante trinitario que amó tanto a Venezuela como a la isla que le vio nacer, pero al mismo tiempo sufrió al ver el comportamiento apático de muchos de sus hijos frente a las normas de tránsito, razón por la cual dedicó gran parte de su vida a crear conciencia en su comunidad (Mene Mauroa, estado Falcón), sobre la importancia de respetar las normas, haciendo énfasis en un dispositivo universal como el semáforo, cuya función no es otra que regular el desplazamiento tanto automotor como de personas.
En Anzoátegui necesitaríamos hoy una legión de Arturo’s, que nos ayuden a crear conciencia sobre la necesidad de hacer más humano el tránsito automotor por las calles y avenidas del que hasta hace dos décadas, era un estado tranquilo de gente amable y ambiente solaz.
“Se trata de un asunto de conciencia, no de Ley, actualmente tenemos un instrumento moderno, pero no hay cultura de respeto a la norma”, refiere el Comandante José Medina, Jefe del Departamento de Control del Sistema Vial, quien afirma que en la zona norte por la densidad poblacional, es donde ocurren más violaciones a la Ley de Tránsito Terrestre.
Precisa que sólo en el mes de octubre la recaudación por concepto de multas a infractores, se ubicó en 840 mil 487 bolívares, y apunta que en la mayoría de los procedimientos que adelantan están involucrados motorizados.
Mensualmente son aplicadas más de 2 mil multas a estos conductores, cuya característica fundamental pareciera ser la del irrespeto a toda norma. No en vano algunas personas dicen sentir temor con sólo verlos.
Un Decreto de fecha 23-12 de 2013 dictado por el gobernador Aristóbulo Istúriz, determina que de 9:00 pm a 5:00 am está prohibida la circulación de motorizados, pero éstos hacen caso omiso y no sólo transitan en ese horario, sino que en muchos casos lo hacen con niños menores de 10 años, lo cual también está prohibido.
Por lo bajito 10 UT
Aunque de acuerdo con la Ley, las multas por infracción se ubican en 10 unidades tributarias (1.270 bolívares), esto no pareciera ser obstáculo para que se vulnere la normativa. Las infracciones más comunes suelen ser desatender el semáforo no portar la licencia de conducir, hablar a través del celular sin manos libres, no usar el cinturón de seguridad, estacionar en corredores viales y exceder la velocidad permitida, por nombrar sólo algunas.
Aunque las autoridades no se inhiben a la hora de aplicar las sanciones correspondientes, el oficial de la Policía Nacional, José Medina, confiesa que no es tarea grata y que en ocasiones cuando el transgresor lo permite, se le asesora para que no continúe infringiendo la Ley.
Apúrate que viene la roja
Un comportamiento que se ha hecho costumbre entre los anzoatiguenses, es conducir de manera agresiva. Con frecuencia nos topamos en las colas con personas que aun estando distantes del semáforo, cornetean constantemente, como queriendo mover a quien les precede a punta de contaminación sónica.
Otro procedimiento violento consiste que manejar aceleradamente y hacer permanentes cambios de luz para presionar a quien esté adelante a ceder el paso y en caso de que éste no lo haga, el estresado corredor adelanta de forma súbita y casi se monta encima de quien osó ignorarle.
Pero la modalidad más común entre los anzoatiguenses que suelen tener derroche de adrenalina al volante es aquella que pareciera decir “apúrate que viene la roja”. Si a usted amigo lector le toca quedar de primero frente a un semáforo, procure estar ojo avizor, porque si no acelera cuando encienda la luz amarilla, es muy probable que le lleguen por detrás, porque pese a que este dispositivo indica tener precaución, la interpretación que muchos le dan es “apúrate que viene la roja” …y a volar!!!