Vecinos de la Avenida El Ejército de Barcelona deben transitar entre aguas negras
Residentes del condominio Bienestar sienten que el nombre del conjunto está en contradicción con la realidad debido al constante fluir de aguas negras, mientras en el Centro Comercial El Dorado una alcantarilla lleva más de un mes haciendo “erupción”
Niurka Franco
Habitantes de residencias Bienestar nunca habían sentido que este nombre estaría en franca contradicción con la realidad debido a la acumulación de aguas negras, lo cual ha pasado a ser una constante en la avenida El Ejército de Barcelona, justo después del Hiper Central Madeirense.
“Esto es un cuento de nunca acabar, para una cloaca y se derrama la otra, pero lo cierto es que siempre tenemos un río de aguas negras fluyendo por la avenida”, expuso Carla Agreda, vecina del sector tras afirmar que ha perdido la cuenta del número de veces que este problema ha sido reflejado en medios de comunicación local.
Ciertamente, el equipo de El Mercurio Web.com recientemente reportó el problema de aguas negras desbordadas a la entrada de la calle que conduce al Liceo Cajigal. “ Debemos reconocer que fueron tomados algunos correctivos, pero esto de las cloacas obstruidas es como un cuero seco, que lo pisas por un lado y se levanta del otro”, dijo Agreda.
Entre tanto, comerciantes del Centro Comercial El Dorado se quejaron por el fluido de aguas cloacales en el estacionamiento de ese conglomerado. “Eso lleva varias semanas así pero nadie hace nada, ya nos estamos acostumbrando a convivir con esa pestilencia, no nos queda de otra, sostuvo Andrea Díaz, residente del sector.
En la cuadra que va de residencias Bienestar a residencias El Dorado, es prácticamente imposible transitar por las aceras porque éstas están tomadas por aguas negras. Rómulo González quien dijo trabajar en el Centro Comercial Puente Real, asegura que todos los días camina desde la avenida Centurión hasta su lugar de trabajo para ahorrarse el pasaje y también para ejercitarse, pero argumenta que cuando llueve o existe mal tiempo, prefiere pagar transporte por temor a contraer una enfermedad.
Advierte que la avenida está full de aguas negras y que cuando llueve se convierte en laguna. “Al parecer el problema es un cangrejo porque nadie ha dado con la solución”, aseveró para subrayar que no se justifica semejante situación en un estado petrolero que además es vendido como potencia turística.