"No hay guerra económica, sino un modelo económico fallido"
Economista Alejandro Grisanti tilda de “desquiciado” el control cambiario impuesto por el gobierno y lo considera una de las causas de la destrucción económica
Caracas. Evely Orta
“Estamos ante una de las peores crisis económicas que ha atravesado el país”, afirmó el economista y jefe de investigación para América Latina de Barclays Capital, Alejandro Grisanti.
En una entrevista ofrecida a César Miguel Rondón, el especialista expresó que es inadmisible que el Banco Central de Venezuela, a la fecha, aún no publique los indicadores económicos del precio del dólar y que se tenga que recurrir a portales web como DólarToday para verificarlos.
Detalló que con el actual sistema cambiario “hay infinidades de tipos de cambio aún sin concretar”, al destacar que el dólar paralelo vale 60 veces más que el oficial.
Grisanti afirmó que los más afectados con la subida del dólar son los venezolanos, porque es a ellos a quienes más “les pega la inflación”, y sentenció que "el sistema cambiario que ha impuesto el Gobierno es desquiciado; y ha destruido la economía nacional", alegó.
"No hay guerra económica, sino un modelo económico fallido", destacó, a la vez que distinguió el modelo económico del fallecido Hugo Chávez y el de Nicolás Maduro.
En este sentido recordó que cuando Chávez se encontraba en el poder las reservas internacionales se mantuvieron a flote. “Se encargó de ahorrar para no tener que utilizarlas siempre y poder hacer frente a la situación económica del país”.
Una situación que cambió en el actual gobierno del presidente Maduro porque, de las reservas internacionales “queda muy poco”, sólo 10 días de importación que se reducirán con el pago de la deuda externa.
A juicio del economista lo más recomendable para el país sería “desmontar el control cambiario, darle la fortaleza al bolívar que necesita, políticas económicas adecuadas, una producción que esté más acorde a nuestras reservas, que los venezolanos puedan desarrollarse en otros sectores”.
“Podemos volver a ser la envidia del mundo, aquella que inició en la época de 1920 a 1980 cuando el bolívar creció más que nunca”, finalizó.