“Venezuela está esquizofrénica”
Jhonny Turner, experto en psiquiatría, afirma que esta patología que padece el país, ha derivado en otras, producto de la situación económica, política y social
Niurka Franco
@ConFranqueza
A menudo solemos comentar ¡qué rápido se me fue el día! Y esa misma rapidez con la que observamos el tiempo, la aplicamos en cada una de nuestras acciones. Vivimos apurados estresados y en no pocas ocasiones irritados, tanto así, que cuando ya logramos superar todas las tensiones del día con sus avatares, aun estando en reposo, no logramos tranquilidad y menos conciliar el sueño. Por el contrario, permanecemos como a la defensiva, expectantes, con miedo o altamente deprimidos.
Frente a tales síntomas, Jhonny Turner, especialista en psiquiatría, no dudó al emitir su diagnóstico “Venezuela está esquizofrénica”. Y es que desde su óptica, los venezolanos vivimos pensando que nos van a hacer daño, cual pacientes esquizofrénicos tenemos permanentes ideas de que nos van a hacer daño, siempre hay un peligro que nos acecha y estamos en constante agitación.
El especialista estima que la ansiedad por motivos distintos e incluso el miedo, está presente en el día a día de los habitantes del país, quienes deben además lidiar en todo momento un discurso político con una gran carga de agresividad y violencia a través de los medios de comunicación.
Ello aunado al hecho de que el venezolano no sabe a dónde va, pero además no cuenta con la posibilidad cierta de satisfacer sus necesidades básicas, ha ido generando sentimientos de frustración e insatisfacción, así como irritabilidad y deseos de endilgar a alguien la culpa o responsabilidad de todo cuanto pasa y que ha alterado sensiblemente su vida.
Observa que toda esta situación externa, está perjudicando a la familia, donde hasta una mirada inocente, puede ser motivo para un conflicto entre parejas. Advierte que si a eso se le añaden elementos como el alcohol y otras drogas, entonces la situación puede ser mucho peor, tocando incluso a los hijos que son sometidos a un alto nivel de hostilidad e incluso de violencia intra familiar.
Otras enfermedades
De lo expuesto por el especialista se desprende que la población está sometida a un alto nivel de estrés y otras condiciones ya descritas, por lo que enfermedades como fibromialgia y otras afecciones en las que se apareja la parte emocional con la física, han experimentado un repunte.
No obvió la depresión, la psoriasis y otras neurodermatitis derivadas de los estados emocionales, ligadas a las condiciones de insatisfacción e intranquilidad nunca antes vividas en Venezuela.
Cree necesario que se baje el tono del discurso violento, pues de acuerdo con estudios recientes, en el país ha habido un aumento en la incidencia de suicidios. Las cifras según explica, son comparables a las de Suecia, Suiza o Rusia, pero por razones completamente distintas a las nuestras, pues mientras en esas naciones desarrolladas las personas son socialmente alienadas por tener todas sus necesidades materiales resueltas, a juicio de Turner, los venezolanos tienen una nula visión de futuro.
La cura más allá de lo natural
Frente a este panorama, Katiusca Padilla, quien padece fibromialgia, afirma que su padecimiento dejó de ser severo, cuando entendió que no podía dejarse arrastrar por el estrés, pero además cuando encontró la manera de descansar.
“Mi descanso no ha sido precisamente por dormir más o trabajar menos, sino por haber creído que en mi fuerza no podía continuar, pero poniendo mis cargas en Dios era posible. “He asumido una relación distinta con Cristo y a partir de ahí comenzó a cambiar mi vida”, dijo.
Esta actitud se manifiesta en muchas otras personas, no en vano, la Iglesia ha experimentado un crecimiento vertiginoso en los últimos años, dado que la población no ve respuesta a sus problemas en el plano terrenal, por lo que trata de hallarlas en el plano espiritual.