Alimentos se dispararon 88,2% en menos de un año
Nerviosismo por inestabilidad económica presiona la demanda de productos y acentúa la escasez que se evidencia en colas gigantescas
Niurka Franco
La escalada de precios de los alimentos no se detiene y a medida que se acentúa la escasez esta tendencia cobra fuerza, impulsada por una demanda de usuarios nerviosos por el incierto panorama nacional.
Un informe estadístico del Banco Nacional de Venezuela (BCV), evidencia que entre diciembre de 2013 y noviembre de 2014, el rubro de alimentos y bebidas no alcohólicas, experimentó un aumento acumulado de 88,2% , cifra estimada sino como la más alta, la que más ha golpeado a la población de bajos recursos, cuyo ingreso apenas si alcanza para comer.
“Mientras los aumentos salariales estén por debajo de la inflación nada se está haciendo con otorgarlos, por el contrario, se perjudica a las familias que viven de un salario mínimo cada vez más deteriorado”, afirmó el presidente de la Federación de Trabajadores del estado Anzoátegui, Tito Barrero, convencido de que el problema lejos de resolverse se agudiza.
Comerciantes aterrados
En lo que va de mes, la demanda de alimentos, productos de higiene personal y de limpieza se incrementó de manera súbita, lo cual se puede palpar con sólo salir a la calle y observar las interminables filas de gente a las puertas de cualquier negocio, para adquirir en la medida de lo posible, la canasta alimentaria.
Esta situación mantiene en vilo a los comerciantes, los cuales lucen atemorizados frente a una masa de usuarios que al ver insatisfecha su exigencia, arremete contra el establecimiento, generando cuantiosos daños y pérdidas a quienes sólo tienen la responsabilidad de vender lo que les llega, sea mucho o poco, porque no es su potestad definir las cantidades.
Empresarios regionales esperan que el gobierno anuncie cuanto antes las medidas que sean necesarias, para acabar con la incertidumbre y las compras nerviosas que presionan la demanda y acentúan el desabastecimiento., así como la inflación.
“Es necesario que se le de incentivo a los productores, para que hagan su trabajo, para que la economía no dependa tanto de las importaciones, pero mientras se resuelve el problema económico y fiscal, deben otorgársele las divisas a los importadores para que los productos puedan llegar a los consumidores, porque la realidad es que el desabastecimiento se acentúa por la fuerte demanda de alimentos y productos que no hay”, explicó el presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Bachar Kobrosly.
El producto más caro: el que no se consigue
Los controles establecidos por el gobierno para una amplia gama de productos, no han sido obstáculo para que el precio de éstos se eleve como la espuma.
Para nadie es secreto que el producto más caro es aquel que no se consigue y para muestra un botón, la leche en polvo está regulada, pero dónde se encuentra, quién la vende?
Lo mismo ocurre con el café molido, producto que para la mayoría de los hogares venezolanos es indispensable. Éste desde hace mucho tiempo desapareció de los anaqueles y cuando aparece se genera un gran caos.
Es sabido que la escasez está siendo aprovechada por quienes al no contar con un empleo formal, se han dedicado a hacer del comercio un negocio muy lucrativo, comprando los productos regulados para luego revenderlos hasta por cuatro veces su precio.
De acuerdo con información de diarios especializados, la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), reconoció hace dos años, el esfuerzo realizado por Venezuela en el combate a la miseria, sin embargo, otro análisis de la situación nacional que va de febrero de 2013 al mismo mes de 2014, coloca a Venezuela en el primer lugar de los 18 países con la inflación más alta en alimentos, por encima incluso de países como Bolivia, Perú, Brasil, Chile y Nicaragua, por nombrar sólo algunos, cuya sumatoria arrojó una inflación de 13,7% en el período antes descrito.