Defensa: Detención de activistas de VP se debe a recolección de firmas
El dirigente social Gilberto Sojo continúa detenido en el Sebin. Fueron liberadas su esposa Carolina González y su hija de 3 años de edad
Con información de nota de prensa
Los representantes de la Federación Interamericana de Abogados, Ramón Flores y Rafael Veloz, acompañados del diputado de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, la concejal metropolitana Gladys Castillo y activistas de Voluntad Popular (VP), acudieron a la sede del Sebin, ubicada en El Helicoide, a constatar la situación del dirigente social Gilberto Sojo, quien permanece detenido arbitrariamente desde ayer en esta sede.
Flores informó que luego de 30 horas de incomunicación, la esposa de Sojo, Carolina González, y su hija de 3 años fueron liberadas. “Después de más de 30 horas incomunicadas y secuestradas fueron liberadas su la señora y su hija. Rechazamos este trato arbitrario de este gobierno forajido”.
El abogado denunció que la detención se produjo arbitrariamente el miércoles a las 4:00 pm sin una orden judicial. Los abogados luego de recorrer varios organismos para verificar donde se encontraban los activistas, conocieron, gracias a la información de familiares detenidos en el Sebin, que los dirigentes y su hija se encontraban en esta sede.
“La detención, entendemos nosotros, es por el proceso de recolección de firmas que lleva acabo Voluntad Popular. Lo que se llevaron de su casa fueron franelas, gorras con el emblema de Voluntad Popular y Leopoldo López y unas planillas de recolección de firmas para la Constituyente y las redes populares”.
En ese sentido, Rafael Veloz, dirigente nacional de VP, indicó que a pesar de los atropellos y arbitrariedades del régimen, la tolda naranja continuarán las jornadas. Denunció que a los abogados no se les quiere dar la información del expediente de Sojo y cuáles son las razones por las que está detenido.
Veloz manifestó preocupación por la aparición nuevamente de la figura del “patriota cooperante” como en el caso de Rosmit Mantilla. “No existe en la legislación venezolana ni tratados internacionales la figura del chismoso o patriota cooperante. Cualquier persona, su vecino llamado sapo, que lo está viendo u oyéndolo y forma parte del círculo del gobierno, esta persona anónimamente participan de este proceso judicial”.