Casinos clandestinos proliferan en calles principales de Lechería y Puerto La Cruz
Los centros ilícitos de azar dejaron de instalarse en lugares discretos. Uno de los garitos se halla en un centro comercial cercano a la avenida Principal de Urbaneja y decenas de éstos en el Mercado Municipal de Sotillo
Salvador Passalacqua
@spassalacqua
A las 3:30 de la tarde ya no quedan máquinas libres. Y sin puesto, no hay razones para permitir el ingreso. Desde afuera, el casino clandestino se confunde con cualquiera de las muchas oficinas vacías del edificio. Es imposible mirar hacia dentro. Las ganancias rindieron bien para instalar un vinilo blanco impenetrable, pero no tanto como para atenuar el sonido de las traganíqueles.
En la peluquería y el taller mecánico del centro comercial “G”, en el sector El Peñonal de Lechería, a nada de la avenida Principal, los empleados confunden la ubicación exacta del “bingo”. Al parecer, sus encargados lo desmantelan constantemente y lo mueven de oficina en oficina dentro del edificio. Este miércoles se hallaba en el primer piso.
La Comisión Nacional de Casinos perpetró un cierre masivo en 2011, pero todo indica que solo se prohibieron las luces led y las bebidas de cortesía. Los centros de azar siguen operando ilícitamente en zonas concurridas de los municipios Sotillo y Urbaneja.
“Si se confirma la denuncia, sería competencia nacional”
El concejal Frank Díaz deja saber que nadie ha denunciado formalmente la existencia del casino en El Peñonal, aunque los vecinos de la zona sí han manifestado preocupación por el “rumor” en las asambleas de discusión del presupuesto de 2015. “No es mucho lo que puede hacer el municipio. Si se confirma la denuncia, sería competencia nacional”, aseveró.
Los entes municipales, en tal caso, remitirían la información a la Guardia Nacional Bolivariana (GNB). También se investigaría la desviación de la licencia otorgada al local comercial por la Alcaldía, probablemente bajo la gestión de Victor Hugo Figueredo (2008-2013), indicó el edil.
Un fiscal de la Dirección de Administración Tributaria (DAT) de Urbaneja recorría el centro comercial este miércoles. Al ser interrogado sobre la existencia del casino, expresó su desconocimiento y arguyó una comprobación rutinaria a las empresas que allí funcionan.
Fichas y frutas en el Mercado Municipal
América Herrera, de 79 años, no soporta el calor. En otros tiempos pasaba bien la tarde probando suerte con todos los lujos en Puerto La Cruz. “Fui a uno escondido, pero me tuve que salir porque no había aire. Mis nietos me meten miedo diciéndome que puede llegar la policía, pero yo no creo”, relató.
En la calle Bolívar, justo en el edificio Araya, las jornadas de apuestas dejan vasos de plástico y restos de orina en las paredes. Lo mismo reportan en las avenidas Municipal y 5 de Julio. El drama no es comparable con el del Mercado Municipal, minado de centros ilegales.
La concejala Beatriz Pérez Blanco explicó que el conflicto interno por las elecciones de la Asociación de Trabajadores del Mercado (Asotram) distrae a las autoridades de la investigación sobre garitos a los que acuden menores de edad: “Es un elemento más de la anarquía del mercado y no hemos visto acción alguna al respecto. Esperamos que el alcalde ponga orden”.
En el estado funcionan al menos 50 establecimientos clandestinos. Estos locales manejan hasta 10.000 millones de bolívares y dejan aportar al fisco unos 240 millones únicamente por sus regalías, admitió en junio el Consejo Legislativo en un informe que debía llegar a la Asamblea Nacional (AN).
Las autoridades exigieron entonces la revisión de 11 salas en Puerto La Cruz, con 399 máquinas, y cuatro en Lechería, con 380. La mayoría de los sitios lúdicos se habían instalado en zonas cercanas a los abandonados Bingo 77, Star 33, Paladium y Bingo Mall.
El presidente de la Cámara Municipal de Sotillo, Juan Navarro, inspeccionó el martes las ruinas del antiguo Bingo Platinum, devenido en “centro de mendicidad y prostitución”, en sus palabras.
En el terreno de la estructura hecha cenizas se proyectan centros comerciales, desarrollos habitacionales o ferias gastronómicas. Navarro nunca mencionó el mercado prometido por el alcalde Magglio Ordóñez durante su campaña electoral.