En Venezuela es un lujo dar regalos en navidad
Los padres con la pérdida sostenida del poder adquisitivo de sus ingresos no pueden darse el lujo de comprar juguetes
Con información de RFI
Con un sueldo mínimo fijado en 4.500 bolívares, los comerciantes se quedan con la mercancía sin vender. “Antes yo vendía 25 carritos diarios, ahora si vendo dos es mucho”, dice con nostalgia Jorge Gómez, vendedor ambulante en Caracas.
Los padres no pueden darse el lujo de comprar juguetes, es una locura gastarse entre 15.000 y 20.000 bolívares en un regalo y quienes tienen el dinero suficiente se enfrentan a otro problema: 40% de las tiendas del país ha dejado de existir, según cifras del Consejo Nacional del Comercio.
También es una hazaña comer platos típicos de Nochebuena. Pocas serán las hallacas, los perniles, las gallinas, que se degustaron este 24 de diciembre porque los mercados populares poco son visitado, una “situación recurrente y normal”, según los vendedores.
El gobierno de Nicolás Maduro prometió repartir perniles a más de 6 millones de hogares. Pero la promesa no se cumplió, y como el año pasado las navidades han estado enmarcadas por protestas de los venezolanos que, a diferencia de tiempos mejores, hoy consideran un lujo, ofrecer un regalo o disfrutar de las tradiciones navideñas.
La economía venezolana vuelve a cerrar un año económico negro. Su PIB se redujo por quinto año consecutivo en un 15%, y ya acumula una contracción del 44,3 por ciento desde 2013.