Salud Redacción Salud Redacción

Lo que pasa con el metabolismo al dejar de fumar

La grasa se acumula primero en el abdomen, pero luego se traslada a los muslos, arroja nuevo estudio estadounidense

Foto: Archivo

Foto: Archivo

La grasa se acumula primero en el abdomen, pero luego se traslada a los muslos, arroja nuevo estudio estadounidense

Con información de Reuters

Cuando los fumadores abandonan el tabaco, mejora su metabolismo, según sugieren nuevos estudios. Con la cesación tabáquica, la grasa se acumula primero en el abdomen, pero luego se traslada a los muslos, mientras que la glucosa hepática disminuye a las 24 semanas.

Los niveles demonóxido de carbono (CO) y/o los metabolitos de la nicotina disminuyen, y mejora la sensibilidad a la insulina y la oxidación de la glucosa, según describió un equipo en un póster presentado en la reunión ENDO 2015 de la Sociedad Endócrina en San Diego.

"Los efectos metabólicos del tabaquismo son claramente complejos y aún no los conocemos totalmente, pero nuestros resultados demuestran que con buena supervisión, los beneficios metabólicos por dejar de fumar terminan superando cualquier efecto negativo (como el aumento de peso) y, por lo tanto, hay que incentivarlos entre los fumadores", escribió el autor principal, doctor Stanley H. Hsia, del Departamento de Medicina Interna de Charles R. Drew University of Medicine and Science, Los Angeles.

El peso corporal no modificó significativamente en el tiempo. "Esperaba ver por lo menos alguna variación", dijo Hsia.

Tampoco esperaba ver un agravamiento transitorio y, luego, que se revertía la adiposidad central o el hecho de que algunos de esos cambios demoraran más en manifestarse, lo que nos demuestra la complejidad de la fisiología y por qué los efectos clínicos de la cesación tabáquica parecen tan heterogéneos".

Su equipo evaluó a 22 fumadores adultos que consumían entre medio y dos paquetes de cigarrillos. Tenían 46 años en promedio y pesaban unos 86,6 kg, con IMC medio de 30,9 kg/m2. Diecinueve participantes finalizaron las dos fases del estudio de 24 semanas.

Antes y después de la fase 1, el equipo registró la cantidad de cigarrillos que cada participante fumaba por día, como así también el coeficiente respiratorio, la oxidación de la glucosa, la recaptación de la glucosa total y no oxidativa, la glucosa hepática, los ácidos grasos libres, la distribución de la grasa, el peso, la composición corporal, el monóxido de carbono en el aliento y los metabolitos de nicotina en orina.

En la fase 1, los fumadores participaron de un programa de cesación tabáquica de ocho semanas con bupropion y terapia conductual. El consumo bajó de 8,8 a 1,4 cigarrillos por día (p<0,001).

A las ocho semanas cayeron los valores de monóxido de carbono y metabolitos en orina, lo que se mantuvo hasta la 24ª semana. La grasa abdominal aumentó, pero se revirtió esta tendencia y se acumuló en los muslos durante las 16 semanas siguientes.

En esa fase 2, los participantes no recibieron bupropion o terapia conductual. Algunos dejaron de fumar y otros volvieron a prender un cigarrillo.

A las 24 semanas, los participantes fumaban 1 cigarrillo diario en promedio. El coeficiente respiratorio mejoró, como lo hizo la glucosa hepática y el estilo de vida. La variación del peso corporal estuvo correlacionada directamente con una disminución de los metabolitos de nicotina, y la reducción del monóxido de carbono y/o los metabolitos de nicotina generó un aumento de la recaptación y la oxidación de los sustratos de carbohidratos.

El investigador principal, doctor Theodore C. Friedman, jefe de medicina interna de Charles R. Drew University, indicó por vía telefónica: "Me sorprendió mucho (este estudio). Pensé que los participantes engordarían mucho y que la diabetes empeoraría. En cambio, mejoraron. No engordaron, la resistencia a la insulina no cambió en general y la redistribución de la grasa mejoró. Mientras que antes la grasa se habría acumulado en el abdomen, luego se redistribuyó en los muslos, lo que es más benigno".

"Deberíamos alentar a nuestros pacientes a dejar de fumar. La cesación les hace bien, no engordarán y mejorará su metabolismo", agregó.

Hsia y Friedman coincidieron en que les gustaría hacer estudios más grandes y diversos sobre la cesación tabáquica, y explorar si los resultados son más duraderos, si otros fármacos también tienen efecto y por qué varía el sitio de acumulación de la grasa. El equipo declaró no tener conflictos de intereses.

Leer más
Salud Redacción Salud Redacción

Fumar durante el embarazo daña la salud reproductiva de las hijas

Entre otro daños del tabaquismo están el bajo peso al nacer, asma, diabetes tipo 2 y obesidad

Foto: Archivo

Foto: Archivo

Entre otro daños del tabaquismo están el bajo peso al nacer, asma, diabetes tipo 2 y obesidad

Con información de Reuters

Las hijas de las mujeres que fumaron durante el embarazo llegaron a la pubertad a una edad temprana, según publica un equipo de Australia.

"Lo importante es que probablemente hayamos dado con la punta del iceberg en el conocimiento del daño que el tabaquismo en el embarazo le puede provocar a un niño", dijo la autora principal, Alison Behie, antropóloga biológica de la Universidad Nacional de Australia, Canberra.

Los riesgos, según enumeró, incluyen bajo peso al nacer, asma, diabetes tipo 2 y obesidad. Estudios recientes comenzaron a revelar que algunos efectos demorarían tiempo en aparecer y lo harían en la adultez.

En Human Reproduction, su equipo evaluó información de casi 1500 niñas, incluidos los antecedentes tabáquicos de las madres.

El seguimiento duró desde el nacimiento de las niñas hasta los 12 o 13 años de edad; 845 niñas menstruaban en los últimos análisis realizados.

El equipo identificó varios factores que influían en la edad de la menarca: la edad materna de la primera menstruación, el peso de la niña a los ocho o nueve años, el peso al nacer de la niña y el tabaquismo materno durante el embarazo.

Este último adquirió importancia sólo si la madre había fumado "la mayoría de los días" y no ocasionalmente.

Las hijas que habían estado expuestas al tabaquismo en la vida intrauterina eran un 40 por ciento más propensas que las hijas de madres no fumadoras a empezar a menstruar tempranamente.

Las niñas con sobrepeso a los ocho o nueve años eran un 12 por ciento más propensas que aquellas con peso normal a que se les adelante la menstruación.

Además, las niñas con bajo peso al nacer, lo que está asociado con el tabaquismo gestacional, eran un 14 por ciento más propensas que las niñas con peso normal al nacer a comenzar a menstruar tempranamente.

El equipo tuvo en cuenta cada uno de esos factores al calcular la influencia de los otros factores. Aun así, las asociaciones no prueban una relación de causa y efecto, y el equipo considera que se necesitan más estudios para comprender cómo se manifiestan los efectos del tabaquismo materno.

El equipo de Behie continuará esta investigación porque una limitación fue que no todas las niñas tuvieron su menarca. El próximo estudio abarcará el periodo de 14 a 15 de edad.

Leer más
Salud Redacción Salud Redacción

Fumar no quita el estrés

Contrario de lo que se cree, el cigarrillo aumenta el riesgo de sufrir ansiedad y depresión

Foto: Archivo

Foto: Archivo

Contrario de lo que se cree, el cigarrillo aumenta el riesgo de sufrir ansiedad y depresión

Con información de Salud 180

Contrario a la creencia popular, fumar no reduce el estrés, por el contrario aumenta 70% el riesgo de sufrir ansiedad y depresión, revela un nuevo estudio.

Cuando las personas fuman aparece un sentimiento de disminución del estrés o relajación, pero  es temporal y pronto es sustituido por ansiedad y síntomas de abstinencia, afirma Mike Knapton, director médico asociado de la British Heart Foundation’s y coautor del estudio.

En realidad el tabaco, como otras sustancias, genera una sensación de felicidad que conlleva a las adicciones, en el siguiente video el neurobiólogo Eduardo Calixto te explica el proceso.

Los investigadores del University College London, evaluaron la salud de 6.500 personas de más de 40 años de edad, fumadores y no, y les realizaron pruebas sicológicas para comprobar si fumar reducía su estado de estrés.

Sus resultados indican que 18.3% de los fumadores informaron síntomas de depresión y ansiedad, en comparación al 10% de los no fumadores y de 11.3% de los que ya lo dejaron. 

Por otro lado, el estudio también revela que los exfumadores que habían dejado el hábito hacía más de un año, tuvieron perfiles de ansiedad y depresión similares a los participantes que nunca habían fumado. Lo cual confirma que dejar el cigarro es benéfico para la salud mental. 

Leer más