Analistas aseguran que la inflación cruzó frontera del 100 por ciento en Venezuela
El Banco Central se ha mostrado reacio a lanzar billetes de 500 bolívares y en cambio, resolvió aumentar un 89 por ciento su circulación en un año
Con informacion de Reuters
La inflación de Venezuela se ha convertido en el mayor problema existente en el país. Los indices se acelera tan rápido que los banqueros del país le pidieron a las autoridades monetarias quintuplicar el valor del billete de mayor denominación.
Las entidades financieras argumentan que deben pagar cada vez más camiones blindados para transportar el dinero desde la imprenta a los cajeros automáticos, donde se agotan velozmente.
El Banco Central se ha mostrado reacio a lanzar billetes de 500 bolívares y en cambio, resolvió aumentar un 89 por ciento su circulación en un año. Pero el problema sigue ahí: el billete de 100 no alcanza para una docena de huevos ni una barra de chocolate.
Venezuela estaría sufriendo la aceleración de precios más alta desde que su Banco Central empezó a monitorizar el indicador en 1951, con una inflación cercana al 108 por ciento interanual a mayo, según el cálculo promedio de nueve firmas privadas consultadas por Reuters.
Para llenar ese vacío, empresas privadas empezaron a hacer sus propias estimaciones ponderando datos públicos como liquidez, recaudación de impuestos, créditos, pequeñas canastas de productos y el avance del mercado del dólar paralelo, donde un bolívarapenas vale 0.002 dólares.
Y el pronóstico tampoco es alentador: las firmas banqueras internacionales ven una inflación de entre 150 y 200 por ciento para fines del 2015.
Aunque Venezuela está lejos de escenarios de hiperinflación como los que vivieron Argentina y Perú en la década de 1980, los economistas recalcan que el país -que entró en recesión el año pasado y podría seguir en rojo en este- luce atrapado en un círculo vicioso de déficit y gasto que podría costarle caro.
Para hacer importaciones vitales y cumplir con compromisos de deuda, Caracas está emitiendo dinero con el que intenta cubrir su creciente hueco fiscal, calculado en 13.000 millones de dólares para el resto del año ante la baja de ingresos por la caída de los precios del crudo, su mayor fuente de ingresos.
Según los analistas, la emisión de dinero y la escasez crónica de bienes prioritarios están impulsando la inflación.
¿AJUSTAR O NO AJUSTAR?
Venezuela ha tenido una inflación de dos dígitos desde hace 29 años, y el 2014 cerró con una variación del 68,5 por ciento. También han enfrentado índices inflacionarios de tres dígitos, como en 1996, producto del choque generado por un paquete de ajuste económico.
Con ese recuerdo aún latente, el presidente Maduro se ha mostrado renuente a ajustar la economía con recetas impopulares, como la unificación de sus tres tipos de cambio, el aumento de la gasolina más barata del mundo y el alza de los precios de decenas de bienes regulados.