Manuel Rosales llega a Venezuela después del mediodía
En entrevista a el diario zuliano, Versión Final, Manuel Rosales anuncia su llegada a Venezuela y su punto de vista con respecto a las declaraciones de La fiscal general Luisa Ortega Díaz
Con información de Versión Final.
Seis años en una noche. Manuel Rosales Guerrero ultimaba detalles para cumplir su promesa cuando sonó su teléfono pasadas las 10:00 p.m. Hubo un diálogo vertical, sin medias tintas. Hoy parte del pueblo zuliano menciona su nombre en medio de un polvorín político. Su figura dinamiza la campaña opositora de cara al 6-D. Sabe que el costo puede ser la prisión, pero asegura que esta tarde cumple la palabra empeñada
— ¿Cuál es su hora de llegada prevista al aeropuerto La Chinita?
—Después del mediodía estaré si Dios quiera y la Virgen arribando a las tierras venezolanas.
— ¿La fiscal Luisa Ortega Díaz le aseguró cárcel apenas llegará a suelo venezolano, qué va a hacer?
—Yo he decidido viajar a Venezuela, porque vivimos en crisis y en momentos de dificultades, situaciones dramáticas como las que vive Venezuela, los líderes tenemos que dar un paso al frente.
Y en este caso me corresponde asumir uno de los riesgos, como ir a la cárcel, para regresar a la patria a ayudar, a empujar todo ese mensaje para obtener la victoria, el próximo 6 de diciembre, porque será a partir de allí cuando Venezuela inicie un proceso de cambio, un proceso de reconciliación, de reencuentro, un proceso donde se abra la posibilidad de generar el equilibrio y contrapeso necesario para que la nación se aleje de la dramática situación en la que se encuentra.
— ¿Usted dice que el Gobierno ya no tiene causa para encarcelarlo, qué le hace pensar que sus argumentos hayan borrado el expediente que le tienen?
—Eso no lo he dicho, yo simplemente dije que la confabulación que en mi contra montaron, que inició en el año 2004 y que la construyó y la dirigió quién en ese momento era magistrado del Tribunal Supremo de Justicia, (Eladio) Aponte Aponte, es él mismo que luego declara en un documento notariado y apostillado en Costa Rica, donde hace una serie de denuncias y revelaciones, y dice que todo es un montaje, y que él reconoce que hubo una confabulación para sacarme del plano político.
Luego de eso José Luis Pirela señala que por sus propios medios, en el transcurrir del tiempo, él pudo comprobar que las pruebas que se habían entregado y de las que él hizo uso, eran falsas, en consecuencia solicitó la nulidad del juicio en la Fiscalía y el Tribunal correspondiente.
Y a eso le agregamos que Interpol estuvo investigando mi caso, hubo una gran presión del Estado venezolano sobre Interpol para que emitiera una orden de captura contra mí, en cualquier parte del mundo que estuviese. Dos años después Interpol dice “su caso ha sido cerrado por cuanto comprobamos que se trata de una persecución política”.
Allí está el desmantelamiento de una confabulación que se cayó por su propio peso. Una confabulación que la destruyen quienes fueron sus protagonistas y ejecutores. Es muy difícil que se pueda pretender mantener esa amenaza en mi contra; sin embargo, yo estoy dispuesto a asumir todo el riesgo que tenga que asumir.
—¿Usted regresa a Venezuela porque cree que el Gobierno ya está muy débil para encarcelarlo como figura pública y política?
—Yo regreso a Venezuela por convicción, por mis valores, por mis principios, por mi zulianidad, por mis raíces, por mi sentido como venezolano, porque creo que la crisis que atraviesa el país es terrible, es dramática, la situación de humillación que sufre el pueblo en las colas para comprar medicinas, para comprar comida; la manera como se racionan los servicios públicos como la energía eléctrica.
También la situación de deterioro y el desmantelamiento del aparato productivo del país, que ha generado la destrucción de los bienes públicos y privados; la situación caótica de la salud y de la educación; la inseguridad desbordada. Venezuela es uno de los países más inseguros del mundo, 82 personas de cada 100 mil mueren mensualmente en Venezuela.
La crisis es tan grave que, además, llega a niveles de impunidad gigantescos. De cada 100 asesinatos, solo dos son resueltos, sentenciados y concluidos por la ley. Ante este drama, ante este deterioro, la gente se ha ido de Venezuela, por oleadas, oleadas de jóvenes que me los encuentro trabajando en cualquier actividad que no se corresponde con lo que ellos estudiaron, o con sus destrezas o conocimientos técnicos, pero que lo tienen que hacer con mucha dignidad, pero que no se merecen esto. Y otra gran cantidad que está por marcharse, que quieren irse del país.
Yo tengo tiempo estructurando y calificando mi regreso, en función de ayudar a salir de la patria de esta situación. En Venezuela sí hay futuro, sí tenemos posibilidad de sacar a Venezuela de esa calamidad en la que se encuentra.
—En las propias voces de la oposición y analistas políticos se habla de que usted tuvo acercamientos con el Gobierno a través de Didalco Bolívar, ¿qué responde a esto?
– Yo no sé de dónde sacas tú eso, primera vez que lo escucho, además. No tuve ningún encuentro con él ni con José Vicente Rangel.
—Usted crítica duramente la reelección continua, ¿sería capaz de relanzarse para optar por un cargo como gobernador o alcalde?
—Cuando Venezuela vive una profunda crisis como la que hoy padece, estar hablando de aspiraciones personales, de cargos y postulaciones, es algo que nos desubica. Yo regreso a Venezuela no por un puesto, ni en busca de una carretera, yo regreso inspirado para lograr a construir, a ayudar a buscar electoralmente una salida a partir del 6 de diciembre, lo demás queda en el camino, lo demás no tiene importancia, nos estamos el jugando el futuro de la patria, el futuro de las nuevas generaciones, y ante eso no tienen valor ni mayor consideración las aspiraciones, o los puestos, o los cargos que uno puede asumir.
—¿Qué piensa usted sobre el cambio que dio el Zulia en el mapa político, cuando decidió irse al exilio dejó a la mayoría de las alcaldías en manos de la oposición? Hoy la situación es diferente, ¿qué cree usted que sucedió?
—Bueno esa es la democracia, respetar los resultados, respetar el pensamiento de la gente. Respetar al que piensa distinto; el respeto al otro es importante, porque precisamente ese es el valor de la libertad y la conquista de los hombres en la lucha social y la lucha política en cualquier parte del mundo.
Ahora en el Zulia, nuestro esfuerzo, como en toda Venezuela, va a ser una victoria glamorosa, apoteósica, y lo puedo decir hoy con mucha fuerza, el resultado del Zulia va a ser una de las victorias más claras y más grandiosas que hayamos tenido en la historia de nuestra región. Porque es una victoria por el Zulia y por la patria, es una victoria contra las humillaciones que la han hecho al pueblo del Zulia y de Venezuela. Es una victoria contra los que han maltratado a la región Zulia y al pueblo de Venezuela.
Para eso voy a allá (Zulia), a dar el ejemplo, y estimular a la gente a que se movilice y vote el próximo 6 de diciembre, esa va ser la ruta de aquí a ese proceso electoral.
— ¿Usted tuvo alguna reunión o acercamiento con el Departamento de Estado Americano, le habrán asesorado sobre su decisión?
—El único acercamiento que yo tengo para tomar una decisión tan personal, tan riesgosa, tan peligrosa como esta, es con mi familia, con mis amigos, con el pueblo que me llama, que me escribe mensaje por Facebook, por Twitter, por Instagram, por todas las redes sociales; que me envían cartas de su puño y letra pidiéndome que me vaya y regrese a Venezuela.
La consulta más importante es la que uno hace espiritualmente, la comunicación que uno tiene desde el punto de vista y de su fe y sus creencias, que en mi caso es con Dios y La Chinita.
— ¿Cuál es la salida económica para Venezuela, según su apreciación?
—La primera alternativa que tiene que construir Venezuela es la sustitución de este modelo político y económico, que es obsoleto, anacrónico y que no sirve, un modelo que ha sido rechazado en todo el mundo. Un modelo que es una propuesta socialista con bordados de comunismo, que ha liquidado toda la posibilidad de progreso, de modernidad, de desarrollo en Venezuela, esa es la primera salida. Después que cambiemos el modelo se desarrollara y se aplicara un plan.
— ¿Cuál será su mensaje al chavismo al pisar suelo venezolano?
—Mi mensaje será el que siempre he tenido, de amor y cariño. Yo no tuve diferencias de clases, ni de colores, ni de condiciones políticas en el Zulia. Eso lo sabe el pueblo del Zulia y de toda Venezuela, yo pretendo ayudar a que Venezuela se reconcilie, que vuelva a los caminos del abrazo, de la fraternidad, a la Venezuela del progreso, de los sueños, de la prosperidad y de las esperanzas para nuestros jóvenes.
La Venezuela donde todos podemos tener diferencias pero debemos respetarnos, donde podemos pensar distinto a otros pero con respeto. Lo que no puede ser es que cuando el abuso de poder desplaza a la razón, como ha ocurrido, y desplaza el derecho de pensar y actuar libremente a la gente, ocurre la división irracional y eso es lo que ha ocurrido en Venezuela.