Conferencia Episcopal responsabiliza al Gobierno de la crisis
La Iglesia señala al socialismo marxista como la causa de los problemas que afronta Venezuela
Caracas. Evely Orta
En un documento revelador e histórico, la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) responsabilizó al Gobierno de la crisis con todas sus palabras.
Para los obispos venezolanos, la causa de la crisis que afronta el país y de la "angustia generalizada" del ciudadano por no poder acceder a alimentos y a otros productos esenciales, sin tener que hacer largas colas o tener que pagar precios astronómicos, es el "socialismo marxista".
La afirmación forma parte del pastoral emitido al cierre de la 103 Asamblea de la Conferencia Episcopal y en la cual se pide al Gobierno no insistir en un sistema "ineficaz" y se le reclama que "impulse reformas que eliminen trabas a la producción, detengan la inflación y solucionen el desabastecimiento y la carestía de los artículos de primera necesidad. Entre otras cosas promoviendo la actividad privada en la economía, consagrada en la Constitución".
Tras asegurar que Venezuela necesita de "un nuevo espíritu emprendedor con audacia y creatividad" y que "es urgente estimular la laboriosidad y la producción dando seguridad jurídica y fomentado empresas eficientes", los prelados abogaron por un cambio moral, pues "la corrupción, la especulación, el fraude son graves males y pecados que deben ser desterrados".
En el documento que hizo público el reelecto presidente de la CEV, monseñor Diego Padrón y el exsecretario general de ese organismo, monseñor Jesús González de Zárate, nuevamente se insta al diálogo para superar las actuales dificultades, pero "un diálogo sincero y eficaz que prevea cambios".
"Para lograr la concertación es preciso el respeto absoluto a los derechos humanos y descartar la violencia excesiva en el control de legítimas manifestaciones del pueblo por parte de los funcionarios del Estado”.
Finalizó la lectura señalando que también es necesario liberar a los presos políticos y no utilizar el sistema judicial para amedrentar e inhabilitar a adversarios políticos, condiciones a las que Padrón agregó la supresión del programa de Diosdado Cabello, Con el mazo dando.