Violencia cambió la vida nocturna en Caracas. No es lo que era antes
La inseguridad, la crisis económica y la polarización política hicieron que en la última década la noche en Caracas dejara de ser lo que era
Con información de Notimerica/BBC Mundo
Sábado por la noche. La gente, el reggaetón y la anarquía, se apoderan de la noche de Caracas. El barrio de Petare, en la capital Venezolana, es uno de los más violentos de toda Latinoamérica. "Ahí, donde están todas esas luces, hay una fiesta de bandas criminales. Ahí, con seguridad, va a haber dos o tres muertos esta noche", asegura el oficial de policía en Petare.
Sin embargo, en gran parte de las áreas más cómodas de la ciudad, el silencio y la oscuridad se ciernen sobre la noche caraqueña. La inseguridad, la crisis económica y la polarización política hicieron que en la última década la noche en Caracas dejara de ser lo que era.
A pesar de esto, los venezolanos siguen saliendo por la noche. En la zona que tradicionalmente es más activa, Las Mercedes, las areperas y los carritos que venden perros calientes siguen luchando por dominar el mercado las 24 horas del día, con un mercado en el que predominan decenas de personas que entran y salen de bares y discotecas de moda.
Otro de los lugares más frecuentados en Caracas es el centro comercial San Ignacio, donde bares, uno al lado del otro, ofrecen distintas maneras de pasar la noche.
A pesar de estos lugares de encuentro, son muchos los ciudadanos que coinciden en que "no es lo que era". Según recoge BBC Mundo, los locales nocturnos han notado una disminución de la cantidad de la gente que va. "Hemos tenido una disminución de locales nocturnos que merma en la cantidad de personas, que años atrás si no podía entrar a un local, se quedaba en una esquina conversando", dice Rafael Solórzano, quien como funcionario de la alcaldía de Baruta, la localidad de Las Mercedes, estuvo al frente del cierre de varios de esos negocios.
Más ocio en las casas que en la calle
Uno de los aspectos que más ha cambiado en la última década es el cambio de la calle por las casas. Muchos caraqueños optan por hacer fiestas en casas. "En vez de arriesgarse, la gente ahora prefiere llevarse su botella y armar su bochinche en la casa", asegura un ciudadano.
Una vez que se hace la fiesta en casa, es habitual quedarse a dormir, ya que muchos padres prefieren no conducir de noche debido a los asaltos o los secuestros exprés. Por la mañana, se levantas y desayunan juntos, ya sea en casa o en una arepera.
Pero en el barrio de Petare, la cosa no cambia tanto. Decenas de motorizados se reúnen a beber y escuchar música a todo volumen. Es habitual que se prenda pólvora o que se hagan las carreras de velocidad.
El oficial Óscar Pineda, al ser preguntado si es posible acceder a una de esas fiestas en Petare, asegura que "nosotros somos la autoridad, pero ellos tienen el poder, tienen más armas y si llegamos a arrestarlos, con seguridad saldrán de la cárcel en pocas semanas, así que no vale la pena arriesgarse".
Petare cuenta con el mayor número de homicidios de toda Sudamérica: 122 por cada 100.000 habitantes, de acuerdo a Naciones Unidas