La nueva clase media y los indecisos decidirán quién gobernará Brasil
RÍO DE JANEIRO, 3 Oct. (Notimérica/EP) -
La nueva clase media que ha surgido en Brasil en los últimos años y los indecisos que aún no saben para quién irá su voto tienen la llave de la presidencia de la República que se decide este domingo.
De los 142 millones de brasileños que irán a votar, un centenar pertenecen a la llamada 'clase C'; ganan hasta tres veces el salario mínimo --establecido en 724 reales, unos 300 dólares--. De esos 100 millones de personas, casi un tercio, 30 millones, han salido de la pobreza en la última década gracias en buena parte a los programas de redistribución de renta impulsados por Luiz Inácio Lula da Silva y su sucesora y actual presidenta, Dilma Rousseff.
La ascensión de esa nueva clase social ha supuesto también una toma de conciencia sobre sus derechos como ciudadanos y una mayor exigencia al Estado a la hora de recibir servicios públicos. Las protestas que sacudieron Brasil en junio del año pasado estuvieron protagonizadas en gran parte por esta nueva clase media, que empieza a consumir, a pagar impuestos y finalmente adopta una postura más crítica y más politizada.
El voto de este estrato social es clave para decantar la balanza. A grandes rasgos, los sondeos indican que Rousseff tiene el apoyo de los más pobres y la líder del Partido Socialista Brasileño (PSB), Marina Silva, es la favorita entre los que tienen más recursos. La nueva clase media deberá decidir si sigue 'agradeciendo' al Partido de los Trabajadores su nuevo estatus u opta por un cambio que satisfaga sus nuevas necesidades.
El perfil del indeciso es el otro gran codiciado por los candidatos que se enfrentan este domingo. Según el diario 'O Globo', el 20% de los electores aún no tiene claro quién es su candidato. En la última encuesta del Instituto Brasileño de Opinión Pública y Estadística (Ibope), el 43% de los que dijeron que votarían a Silva admitieron que podrían cambiar su voto. Es la candidata que tiene más 'infieles' apoyándola.
El líder del Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB), Aécio Neves, tiene un 39% de votos 'flotantes', mientras que en el caso de Rousseff son el 31% los que dicen que podrían cambiar de opinión.
Dado que Rousseff tiene prácticamente asegurado el pase al segundo turno los que están peleando por conquistar a los indecisos son, sobre todo, Silva y Neves. La última encuesta de Datafolha muestra casi un empate entre ambos en el primer turno: 24% de intención de voto para la ex senadora y 21% para el candidato de la derecha.
Teniendo en cuenta el margen de error de la encuesta y que la tendencia de los últimos días es de caída de Silva y remontada de Neves, lo que suceda este domingo es una incógnita.