La vocería política se concentra en la convocatoria a elecciones, se divide en distintas posiciones que van desde los que consideran a esta como antagónica al interés nacional, por lo que no se debe participar en este proceso al no haberse cumplido con la elección consensuada de una directiva del Consejo Nacional Electoral. La cual contrasta con la corriente oficial  que insiste en que el TSJ está facultado para haber elegido esta nueva junta, por lo tanto las elecciones van y se va a votar por una nueva Asamblea Nacional el 6 de diciembre, ya se hace evidente que estos actores partidistas están organizando sus bases y promoviendo a sus candidatos. Existe otra corriente de opinión creciente que ve la oportunidad de convertir esta elección en una especie de plebiscito, donde no solamente se elijan a los diputados, sino también sirva para manifestar su desaprobación con la actual administración, para ello tienen como estrategia promover candidatos a través de alianzas de partidos regionales y nacionales, según algunos de sus análisis conocidos estos indican que pueden obtener un gran número de diputados en los estados y de las listas. Todo lo cual nos indica que estamos en un estancamiento político de opiniones encontradas y sin contar ninguna de ellas con el suficiente apoyo popular, donde observamos a la mayoría de los venezolanos indiferentes a las posiciones asumidas.

Todo lo cual nos indica que tendremos durante los próximos meses distintas posiciones políticas en torno al tema electoral, los indicadores de opinión no le son favorables a los que ejercen el poder, pero estos responsabilizan a las sanciones impuestas como la causa de las graves limitaciones que nos aquejan. La razón de esta posición desfavorable es la gravedad social la cual desmejoró aún más en las condiciones de vida de las familias en el primer semestre del 2020 al compararlas con el 2019. El aumento de los niveles de pobreza crítica y extrema, así como la caída del consumo de alimentos esenciales nos lo indican.

Actualmente el creciente número de venezolanos afectados por el Covid 19, crea una limitante adicional en la campaña electoral, ya que buena parte de los contagios son causados por el contacto personal, lo cual no va a permitir amplias movilizaciones como las que se hacían tradicionalmente cuando se realizaban caminatas o se convocaba a los mítines, esto va a ser una limitante en la movilización popular para motivar el apoyo a los candidatos a la Asamblea Nacional, pero algunos los consideran como un reto ya que las maquinarias partidistas no podrán funcionar como tradicionalmente lo hacen, lo cual les da la ventaja a aquellos candidatos que gocen del apoyo popular y sean bien conocidos en sus comunidades a las cuales aspiran representar. La virulencia política crece en la medida que se observa como distintas representaciones partidistas nacionales y regionales manifiestan su deseo de participar, igualmente otro grupo de organizaciones promueve la abstención al considerar que estas elecciones no van a ser transparentes y no serán manuales, lo cual favorece al sector oficial.

Lo que si resulta evidente es que será una prueba para los liderazgos políticos ya que la participación o no va a estar en las manos de la base popular, quien tendrá unas 20 semanas para observar y decidir cuál será su posición en estas elecciones y si vota a cuáles candidatos va elegir. Para la corriente que representa el sector oficial tienen una gran tarea en lograr la motivación de participar en estas elecciones y para los que promueven la abstención el solo argumento que la directiva del CNE es pro gobierno no les va a ser suficiente, para ello requieren una mayor movilización de sus liderazgos con mejores argumentos de opinión. Para los que ven en estas elecciones oportunidades de postularse y de ser electos diputados será altamente competitivo, ya que solamente la corriente partidista que apoya a los que ejercen el poder se dice que tiene casi 2000 pre-aspirantes para ser los candidatos oficiales, igual sucede con los que ven una oportunidad de ser electos con el apoyo de alguno de los más de 100 partidos autorizados a proponer candidatos.

Al final se impondrá el liderazgo político que cuente con el mayor apoyo popular de los que representan las distintas corrientes a favor y en contra de ir a las elecciones de todos los partidos que conforman la diáspora política nacional. La continua caída de los índices sociales tendrá una influencia importante en el debate político y la inclinación electoral de buena parte de los que decidan participar. Quizás los grandes protagonistas sean la hiperinflación y el paralelo o quien posea la maquinaria mejor organizada para convencer y  movilizar el mayor número de electores. El tiempo lo dirá, ojalá sea para bien de la Nación Venezolana.

Vicente Brito

Presidente

Red por la defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución.