La Coalición Liberadora; por: María Corina Machado /@MariaCorinaYa
Si alguien ha entendido la relatividad del tiempo, somos los venezolanos; hemos constatado cómo transcurren semanas donde todo parece estancado, y el tiempo no pasa, y de repente, en un instante, el tiempo se acelera vertiginosamente.
Esto lo vivimos esta semana, cuando se produjo el anuncio de la nueva Orden Ejecutiva del Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, para asegurar los activos de Venezuela en EEUU y bloquear el financiamiento criminal de la tiranía que utiliza la plataforma financiera de este país.
El impacto de esta decisión es amplio y profundo. En primer lugar, como dijo el propio Embajador Bolton, Secretario de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, hacía 30 años que no se adoptaba una acción similar en este hemisferio. Es una demostración inequívoca de que los Estados Unidos está decidido a avanzar en la ruta de la fuerza y el coraje para la liberación de Venezuela.
El momento escogido para hacer el anuncio es un mensaje en sí mismo: pocas horas antes de la Conferencia Internacional sobre Venezuela en Lima. Frente a países europeos y latinoamericanos que siguen insistiendo en mantener una interminable e inefectiva dinámica de “diálogos” con la tiranía; el Embajador Bolton lo dijo: “No son serios. El tiempo del diálogo se acabó”. Horas después, el Presidente de Colombia, Iván Duque, lo ratificó: “Yo veo el camino del diálogo inviable; es una estrategia dilatoria del dictador”.
La decisión de los Estados Unidos evidencia muchas cosas. La primera, la alineación estratégica entre los países aliados más afectados por la tragedia venezolana: Colombia, Brasil y Estados Unidos. A partir de este evento, ya no es posible justificar mantener conversaciones en Barbados alegando una exigencia de éstos. Quienes realmente entienden la naturaleza criminal del régimen de Maduro saben que mantener abierto los fulanos diálogos le da una excusa a los cómplices internacionales del régimen, que intentan detener las acciones que sí son efectivas para el desmontaje y desalojo del régimen del poder. La Orden Ejecutiva del Presidente Trump envía un mensaje claro a estos actores internacionales: ni los venezolanos, ni las principales naciones de la región, vamos a permitir “soluciones” externas ficticias que puedan resultar favorables para quienes, a miles de kilómetros de distancia, siguen llamando dictadura a una “corporación” criminal que amenaza la seguridad nacional de los países americanos.
En segundo lugar, mantener la farsa del ”diálogo” genera confusión en la población venezolana en cuanto a la determinación del gobierno interino de avanzar por la ruta del 233, que fue el compromiso asumido en enero. Esto se traduce en desmoralización y desmovilización y, en consecuencia, incrementa la emigración de muchos venezolanos.
Por lo tanto, esta última Orden Ejecutiva de la Casa Blanca es correcta, es oportuna, y tiene el apoyo mayoritario de los venezolanos. Es correcta, porque contribuye a la construcción de la amenaza creíble, real e inminente, indispensable para que los criminales acepten los términos de su salida. Es oportuna, porque al demostrar que la farsa de diálogo no tiene el respaldo de nuestros principales aliados contribuye a enterrar esa farsa. Y cuenta con el respaldo de la gente, porque en medio de la necesidad más extrema, todos sabemos que la única manera de parar tanto dolor, es con la salida de la tiranía.
Por eso, la importancia del mensaje que esta última acción del gobierno de los Estados Unidos le envía al pueblo de Venezuela, en cuanto a su compromiso con nuestra lucha por la democracia y la Libertad; ratificando así el planteamiento que hizo el presidente Donald Trump, el 18 de febrero de 2019 en la Universidad Internacional de Florida, de erradicar el crimen, la corrupción y el socialismo de nuestro hemisferio. El camino a seguir está claro. Tenemos que avanzar en la conformación de la Coalición Internacional Liberadora en cuyo núcleo están los países aliados más afectados por la situación venezolana, Colombia, Brasil y los Estados Unidos, quienes, junto a los venezolanos, estamos muy claros de que la única sanción intolerable es la permanencia del régimen de Maduro en el poder.
2019-08-10