El frío de las aguas de la Laguna Bujama, al sur de Lima, hacía necesario un traje de neoprene en la prueba femenina de 10 kilómetros en aguas abiertas. "Aguanté hasta la sexta vuelta. Me dio un ataque de hipotermia. Ya tenía mucho frío y las manos no las sentía… Empecé a perder el sentido, nadando en zig zag", relató la deportista