Gobierno de Panamá dice que busca exclusión de aranceles de Trump

En su comunicado oficial, el gobierno panameño expresó una postura clara y decidida: “Se está analizando detenidamente el alcance de esta decisión y las diversas formas de mitigar su impacto negativo en la economía nacional

Con información de Reuters

CIUDAD DE PANAMÁ, 4 abr (Reuters) -El gobierno de Panamá anunció el viernes 4 de abril de 2025 que está trabajando activamente para obtener una exclusión de los aranceles impuestos por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, como parte de una política comercial de amplio alcance revelada a principios de esa semana. Esta declaración surge en un contexto global de incertidumbre económica tras la implementación de lo que Trump denominó “aranceles recíprocos”, que incluyen una tarifa base del 10% sobre todas las importaciones a Estados Unidos, con tasas adicionales más altas para ciertos países, efectiva a partir del 5 de abril de 2025, y tarifas recíprocas específicas que entrarán en vigor el 9 de abril de 2025. Estas medidas, justificadas por Trump bajo la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA) como respuesta a un supuesto “déficit comercial persistente”, han generado reacciones mixtas a nivel mundial, desde amenazas de represalias hasta llamados a la negociación.

En su comunicado oficial, el gobierno panameño expresó una postura clara y decidida: “Se está analizando detenidamente el alcance de esta decisión y las diversas formas de mitigar su impacto negativo en la economía nacional, incluyendo los esfuerzos estratégicos para lograr excluir a Panamá de la aplicación de estas medidas arancelarias que podrían perjudicar seriamente a varios sectores productivos del país.” Este mensaje refleja la preocupación por las posibles repercusiones de los aranceles en una economía que depende significativamente del comercio internacional, dado el rol de Panamá como centro logístico y financiero global, particularmente a través del Canal de Panamá y su zona libre de comercio.

El anuncio de Trump, realizado el 2 de abril de 2025 en un evento en la Casa Blanca titulado “Hacer a América Rica de Nuevo”, incluyó una tarifa general del 10% para casi todos los socios comerciales de Estados Unidos, con excepciones limitadas como los bienes conformes al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (USMCA). En el caso de Panamá, que mantiene un Acuerdo de Promoción Comercial (TPA) con Estados Unidos desde 2012, la imposición de esta tarifa base del 10% representa un desafío inesperado. Este acuerdo, firmado durante las administraciones de George W. Bush y Martín Torrijos, buscaba eliminar barreras comerciales y fomentar el crecimiento económico mutuo, lo que hace que la inclusión de Panamá en estas tarifas sea particularmente significativa.

El gobierno panameño, a través de su Ministerio de Comercio e Industrias (MICI), ha indicado que está evaluando el impacto económico de estas medidas y planea utilizar el TPA como base para negociar una exención. Sectores como la exportación de bienes agrícolas, productos pesqueros y el comercio en la Zona Libre de Colón podrían verse especialmente afectados, ya que un aumento en los costos de exportación hacia Estados Unidos, uno de sus principales mercados, reduciría su competitividad. Expertos económicos en Panamá han advertido que, sin una exclusión, los consumidores locales también sentirían el impacto a través de un encarecimiento de los bienes importados y una posible reorientación hacia otros mercados menos accesibles.

En un contexto más amplio, la estrategia de Panamá se alinea con las reacciones de otros países afectados por los aranceles de Trump. Naciones como Canadá, México y miembros de la Unión Europea han buscado exenciones o han amenazado con contramedidas, mientras que países como Japón y Corea del Sur han iniciado diálogos para minimizar el daño económico. Para Panamá, la exclusión no solo es una cuestión de protección económica, sino también de preservar una relación comercial históricamente favorable con Estados Unidos. La búsqueda de esta exención podría implicar negociaciones bilaterales de alto nivel, un proceso que el gobierno panameño ya ha comenzado a explorar, según fuentes oficiales.

Así, la respuesta de Panamá no solo subraya su vulnerabilidad ante cambios abruptos en la política comercial estadounidense, sino también su intención de adaptarse estratégicamente a un entorno global de creciente proteccionismo. Mientras el mundo observa cómo evoluciona esta nueva fase de la política comercial de Trump, Panamá se posiciona como un actor que, aunque pequeño en comparación con otras economías, busca defender activamente sus intereses en un escenario de incertidumbre económica global.

Anterior
Anterior

La hija de Edmundo González Urrutia exigió una fe de vida de su esposo, secuestrado hace 88 días por el régimen de Maduro

Siguiente
Siguiente

Cientos de fieles acompañaron el cierre de la peregrinación del Nazareno en Caracas