"Fue una toma pacífica, de verdad no hubo maltrato", relató a la AFP Jesica Veliz, esposa de uno de los presos

Con información de AFP

Armas, hacinamiento y un sofisticado estudio donde pandilleros conocidos como "pranes" grababan canciones de reguetón: la cárcel de Tocuyito, la más poblada de Venezuela con más de 2.000 presos, se convirtió este miércoles en el segundo penal tomado por autoridades en un mes.

"Este es el centro penitenciario de mayor población en Venezuela, ha sido controlado totalmente", declaró el almirante Remigio Ceballos, ministro del Interior y Justicia, a la televisión estatal, al confirmar la "toma" del penal donde "había más de 2.000 privados de libertad".

"Tocuyito está bajo control de la fuerza pública, totalmente", subrayó Ceballos.

Imágenes de reos sentados y esposados en el patio central del penal, luego de ser desalojados de sus celdas por militares y policías, fueron mostradas por los medios oficiales.

"Fue una toma pacífica, de verdad no hubo maltrato", relató a la AFP Jesica Veliz, esposa de uno de los presos. "Lo que queremos saber es qué va a pasar, qué va a suceder, para dónde los van a mandar", agregó rodeada de decenas de familiares que esperaban noticias.

El despliegue ocurre tras la evacuación el pasado 20 de septiembre de la cárcel de Tocorón (estado de Aragua, centro-norte), por más de 11.000 agentes.

Tocorón, que tenía unos 1.600 reclusos, era base de operaciones del temido Tren de Aragua, grupo dedicado a delitos como secuestro, extorsión y tráfico de drogas, cuyos tentáculos se han expandido por varios países de América Latina en los últimos años.

Convertida en una ciudadela "del mal", Tocorón albergaba un arsenal con municiones, armas de guerra, granadas, explosivos y lanzacohetes. En su interior había piscina, discoteca, restaurantes y hasta un zoológico con especies silvestres.

Las autoridades también hallaron un arsenal en caletas (escondites) de Tocuyito. "Hemos encontrado una impresionante cantidad de armas y municiones en estos espacios", confirmó Ceballos.

- "La cárcel más hacinada de Venezuela" -

Durante años "el control de las cárceles en Venezuela lo tienen los presos, los presos son los que mandan", dijo a la AFP Carlos Nieto Palma, coordinador de la ONG Una Ventana a la Libertad, al describir a Tocuyito, como "la cárcel más hacinada de Venezuela".

En esta cárcel, por ejemplo, funcionaba un estudio donde Néstor Richardi Sequera Campos, alias 'Richardi', uno de los "pranes" del penal, grababa canciones que acumulan millones de vistas en su canal de Youtube.

Condenado a 20 años de prisión por homicidio "debería estar en libertad desde mayo de 2018, pero por decisión propia decidió quedarse tras los barrotes como si se tratara de un resort", indicó la ONG Observatorio Venezolano de Prisiones (OVV).

Es "nuestro pran, el pran de Tocuyito, R7", dijo una mujer que esperaba noticias de su esposo a las afueras del penal. "Es una persona de admirar", afirmó al celebrar que no escapó como lo hicieron "pranes" de Tocorón, prófugos de la justicia.

"Directamente desde la prisión de Venezuela, el nuevo movimiento, menos violencia y más música", escribió en una publicación de la red Instagram donde compartió un video musical: "R7 soy el ministro, desde Venezuela hasta Puerto Rico (...) en la fucking prisión", dice parte de la letra.

Amparados por la corrupción de funcionarios, los llamados "pranes" se financian con "el cobro de vacunas a los presos, tráfico de drogas, extorsiones, secuestros y un sinfín de actividades delictivas", observa Nieto Palma.

En 2013, con la promesa de instaurar un nuevo "régimen penitenciario" que acabara con las mafias, la entonces ministra Iris Varela ordenó el desalojo parcial de la cárcel de Tocuyito.

En 2015 al menos 17 personas murieron durante un incendio en esa cárcel y en 2017, uno de los principales bancos de Venezuela denunció que una agencia bancaria clandestina operaba usurpando su marca, práctica que ha sido documentada en otros penales como Tocorón.

"Ojalá esta operación ayude a mejorar el sistema penitenciario venezolano, que es un caos", remarcó Nieto Palma.