“Cabo Verde y el Tribunal Constitucional están en una encrucijada”

Redacción

Baltasar Garzón es una de las cabezas más visibles del equipo de defensa del enviado especial venezolano Alex Saab. Y ahora, cuando se ha anunciado que Cabo Verde está listo para tomar una decisión este 13 de agosto sobre si lo extradita o no a los Estados Unidos -con quien de paso no tiene ningún acuerdo de extradición firmado- el exjuez español decidió enumerar toda la serie de irregularidades judiciales que pesan sobre este caso desde la captura hasta el presente.

Destaca, por encima de todo, el hecho que las acusaciones norteamericanas remitidas a Cabo Verde se redujeron de 8 cargos a 1 y que ese, justamente, no es motivo de extradición. “Estados Unidos no tiene indicios delictivos contra Saab”, dice y así lo ha demostrado a lo largo del proceso presentando documentos de la reducción, justamente de los cargos.

Por otra parte, para la defensa, en este enrevesado caso, se desatendieron resoluciones internacionales provenientes de los principales mecanismos de protección de derechos humanos a nivel internacional, tales como el de la CEDEAO que ordenó su liberación inmediata o el del Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas que le otorgó una medida cautelar hasta que se evalúe de manera independiente todo el proceso judicial que se le ha seguido. “Cabo Verde es parte del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y su Primer Protocolo que reconoce la competencia del Comité, dice Garzón.

Igualmente, y como ya fue ampliamente reseñado por la prensa internacional, durante la tramitación del proceso de extradición Alex Saab ha sido sometido a tortura y trato cruel inhumano o degradante, para forzarle a aceptar su entrega. Relata Garzón que “agentes extranjeros han accedido a su celda y golpeado requiriéndole que aceptara su entrega, como él mismo ha denunciado, además de haber sido encerrado en condiciones inhumanas, sin acceso a estándares mínimos de salud”.

“Cabo Verde y el Tribunal Constitucional están en una encrucijada. Si cede en el caso de la extradición de Alex Saab, en la que la motivación política es el único elemento constatable y permanente que trasciende, todo el proceso humilla al pueblo caboverdiano y a todos los que necesitamos creer que existe un orden establecido y protegido por el derecho internacional de los derechos humanos”, cierra Garzón