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Alianza Soy Venezuela llama a mantener el desconocimiento político de la Tiranía: No es tiempo de claudicar

El único interés del régimen es “mantenerse a toda costa en el poder y por esa vía, mantener la expoliación de nuestros recursos y expandir su sistema en toda la región”

Redacción

A través de un comunicado, la alianza de de factores políticos y sociales “Soy Venezuela” hace un llamado a mantener la no aceptación de la usurpación. Alegan que la grave crisis humanitaria por la que atraviesa Venezuela, “enfermo y hambriento, no se cura con falsas elecciones como lo proponen algunos sectores de la oposición.”

Comunicado completo

SOY VENEZUELA: NO a la aceptación de la usurpación ni al reconocimiento político de la Tiranía ¡¡¡NO ES TIEMPO DE CLAUDICAR!!!

La grave crisis humanitaria que enfrenta nuestro país, enfermo y hambriento, no se cura con falsas elecciones como lo proponen algunos sectores de la oposición. La naturaleza criminal del régimen impide que las mismas se lleven a cabo pulcramente y, en caso de permitirlo, no se ha construido una amenaza creíble que asegure el acatamiento de la decisión que expresen los ciudadanos, a pesar de que la voluntad mayoritaria de ellos, es la de que se “vaya” Nicolás Maduro y con él, el régimen que lo sustenta.

El régimen ha demostrado que no está interesado en que Venezuela salga del estado de postración en que se encuentra en todos los ámbitos de la vida. Su único interés es mantenerse a toda costa en el poder y por esa vía, mantener la expoliación de nuestros recursos y expandir su sistema en toda la región.

Hoy, la lucha de la oposición venezolana, no es solo contra el régimen sino también contra una red de factores, nacionales y transnacionales con intereses crematísticos que colaboran con su mantenimiento, financiándolo y permitiendo múltiples operaciones, en las que él aparece como exclusivo beneficiario de la extracción de recursos de todos los venezolanos.

El régimen ha diseñado, gracias a redes delictuales, hábiles mecanismos para eludir las sanciones impuestas por la comunidad internacional. Con ellos obtiene cuantiosos proventos económicos, que no utiliza para atender, ni el urgente reclamo de vacunación que tiene la población, ni el deterioro de los servicios básicos que hoy están colapsados.

Con ese dinero, el régimen mantiene un cordón burocrático de funcionarios, irregulares jueces y legisladores, dispuestos a crear las condiciones normativas y judiciales que proyectan una falsa institucionalidad; cubre la comodidad de los “bunkers” donde se alojan sus familias, dentro y fuera del territorio nacional, y además paga a los uniformados que los custodian y que están dispuestos a reprimir la disidencia así como cualquier expresión de protesta con el único objetivo de mantenerse en el poder.

Pero, si bien tiene todo bajo su control, solo hay algo que le falta: legitimidad.

El régimen la requiere a gritos y sabe que ésta no puede obtenerla de la noche a la mañana, sino construirla de a poco. Es ahí donde entra la negociación de una agenda electoral en alianza con parte de sectores de la oposición para ganar tiempo. Su objetivo es la participación negociada con grupos que estén dispuestos a claudicar su resistencia, dispuestos a negociar el levantamiento progresivo de las sanciones económicas; mostrando así, una aparente recomposición política del país y una falsa integración pluralista, con la que iniciaría el camino de recuperación de su corroída cara democrática. Por otra parte, en su obvia estrategia negociada, está el activar los lobby para demorar las condenas penales internacionales que saben próximas, por la comisión de delitos de lesa humanidad, como consecuencia de querellas contra ellos interpuestas, no solo por sus víctimas sino, inéditamente, por seis Estados democráticos.

Estas son las razones por las que desde Soy Venezuela, elevamos nuestra voz, haciendo un llamado urgente a todos los venezolanos de bien. Un llamado a decirle NO a todo cuanto se nos propone como camino para ir a unas falsas elecciones convocadas por un ilegítimo CNE. NO a la sumisión; NO a la corrupción; NO a los pactos secretos; NO a la opacidad y falta de rendición de cuentas en el uso de los recursos públicos; NO a quienes en el régimen y en el interinato no han sido capaces de formular para el país un Plan Nacional de Vacunación frente a la pandemia del COVID; NO a negociar con un régimen que se burla de los ciudadanos, especialmente de los más pobres, al ofrecerles un inmoral incremento del salario mínimo de $3, cuando la cifra más baja en la región es de $200.

Hacemos un llamado a la ciudadanía a expresar contundentemente su rechazo a esta nueva trampa electoral que proponen los apaciguadores de siempre –a quienes hoy se le suman nuevos grupos políticos, sociales y económicos- con la velada intención de posponer, una vez más, el tan anhelado y ya impostergable cese de la usurpación de Maduro y del sistema criminal que él representa.

Orientemos nuestros pasos y regresemos al espíritu ciudadano que motivó la gesta del 16 de Julio del 2017, cuyo mandato fue desconocido por sectores políticos reunidos en la Asamblea Nacional; exijamos el cumplimiento del compromiso consagrado en el Estatuto para la Transición hacia la Democracia, dictado por la última Asamblea nacional que legítimamente nos hemos dado los venezolanos. La ruta está ahí y sigue siendo la misma. Lo único que ha cambiado, es que cada día es mayor el número de millones de compatriotas que en territorio nacional y en la diáspora, luchan por preservar sus vidas y las de sus familias.