Espera por combustible comienza a dejar muertes en pacientes crónicos de Anzoátegui
Madrugar para optar por uno de los 70 cupos para cargar gasolina es parte del drama que sufren los enfermos críticos de la entidad. Leonel Rivero (71) se convirtió en el primer fallecido a causa de la espera del combustible para poder trasladarse hacia el lugar donde se realiza sus sesiones de diálisis
José Alberto Camacho / @josecamacho13
Barcelona. Si bien para el común de la población el abastecerse de combustible en plena pandemia de COVID-19 se ha convertido en una odisea, para los pacientes con enfermedades crónicas en Anzoátegui la situación representa un calvario.
El padecimiento de los enfermos y la gravedad del mismo no importan.
Familiares y hasta los propios enfermos cuentan que para correr con la suerte de cargar 20 litros semanales de combustible en la estación de servicio Diorca de Barcelona, única habilitada en la zona norte de la entidad para abastecer al personal de salud y pacientes, deben llegar cerca de la 1:00 am para poder optar por unos de los 70 cupos diarios que otorgan las autoridades para el llenado de vehículos.
La espera de los pacientes por combustible ha dejado secuelas. El pasado 11 de mayo Leonel Rivero, un paciente renal de 71 años, falleció en el hospital del IVSS Domingo Guzmán Lander de Las Garzas, esperando que a sus familiares le surtieran 20 litros del carburante para acudir a su cita de diálisis.
Oneida Guaipe, diputada por Anzoátegui a la Asamblea Nacional, denunció la muerte de Rivero y calificó de irresponsables a las autoridades por someter a los enfermos a semejantes condiciones.
"Cada día nos llegan cientos de denuncias del atropello al que son sometidos los enfermos renales, oncológicos y pacientes con patología crítica. Es inaceptable una muerte por falta de gasolina, ya basta de irresponsabilidades por parte de quienes manejan el combustible en la entidad", dijo Guaipe.
Reproche
Ana Fajardo es una paciente del estado Bolívar que llegó a la entidad con la esperanza de realizarse un tratamiento de radio y quimioterapia para luchar contra el cáncer de cuello uterino que afronta. El drama de Fajardo comenzó un día antes en la ciudad de Puerto Ordaz desde donde salió hasta Barcelona.
La molestia de Fajardo era evidente al momento de comentar su impotencia al no poder realizarse el tratamiento porque en el hospital Luis Razetti de Barcelona los equipos no están operativos y además en la estación solo le estaban asegurando 10 litros de combustible para continuar con el viaje hasta su residencia.
"Aquí nos pelotean, donde está el gobierno, lo único que me dicen es que no puedo estar después de las 12 del mediodía por aquí porque si no llega el sargento y comienza a despejar a la gente a fuerza de palo, así textual lo dicen, no tienen ni pudor, prácticamente la vida de nosotros no vale, nos tratan como un desecho", afirma Fajardo.
Un familiar de un paciente que prefirió no identificarse, afirmó que prácticamente les piden hasta el ADN de los enfermos para poder cargar gasolina "y ni eso nos asegura de que podamos tener los 20 litros de gasolina porque al final priva la discreción de los Guardias Nacionales que además son los encargados de abrir la bomba".