Fray Luis Salazar: Este no es el apocalipsis, es una oportunidad crecimiento
El sacerdote de la Iglesia La Chiquinquirá de Caracas resalta que, en cuarentena, las personas se pueden acercar a Dios mediante la oración, la reflexión y la solidaridad.
“Debemos tratar de mantener la calma. Es un momento para revisarnos a nosotros mismos con una visión de cambio. Para ser mejores cristianos, debemos ser mejores personas y mejores ciudadanos”, dice
Por Williams Perdomo | @WPerdomoD
(Caracas 11.04.2020) Ciudadanos de todo el mundo se encuentran confinados debido a la pandemia del Coronavirus. Esto supone un nuevo reto para la humanidad: no entrar en pánico y tomar medidas que les permitan hacer más llevadera la cuarentena. Las familias de todo el mundo volvieron a elevar una oración pidiendo protección para que el virus no infecte a los miembros, para pedir que la crisis económica sea manejable, implorar salud para los enfermos o simplemente para agradecer por el techo, la comida y sobre todo, por la salud desde sus casas.
Luis Salazar, Fray Capuchino de la Iglesia La Chiquinquirá, en Caracas, es conocido por explicar este concepto de una forma sencilla y directa, virtualmente, y para esta edición de "Ciudadanía de pie", nos explicó que esta crisis mundial debe verse como una oportunidad de crecimiento, no el Apocalipsis. “Más que una lucha espiritual, esto es una enseñanza. Tampoco es un castigo, Dios no castiga. Es una oportunidad de crecimiento, así lo veo yo y muchos sacerdotes coinciden conmigo. Dios tiene una promesa con la humanidad en este tiempo, pero comparar esta situación con pasajes bíblicos es algo complicado porque se pueden sacar muchas conclusiones y caer en errores, entonces”, dijo.
Agregó: “Hay personas que me han escrito que esto es el Apocalipsis y no creo que haya que caer en ese extremo de pánico. La fe se puede fortalecer en este momento y la manera de hacerlo es acercándonos a Dios mediante la oración, la reflexión y la solidaridad”.
Y tiene claro que los cristianos pueden afianzar su fe a pesar de las adversidades. Sostuvo que el llamado de la Iglesia es a que los ciudadanos se mantengan en los hogares y eviten caer en pánico. Resaltó que es un momento para reflexionar.
“El llamado a los creyentes es a que se mantengan en casa. Hay que ser solidarios desde nuestras posibilidades y tratar de mantener la calma y revisarnos a nosotros mismos con una visión de cambio. Para ser mejores cristianos, debemos ser mejores personas y mejores ciudadanos”.
Recordó que la Iglesia se ha mantenido apoyando a los ciudadanos en esta situación. Por ello, diversos sacerdotes de Europa y América Latina han realizado donaciones para ayudar en medio de la pandemia mundial. “El rol de la Iglesia ha sido importante. El Vaticano ha hecho donaciones a Caritas para ayudar a palear la situación”.
Pidió a la feligresía mantener sus creencias y cumplir desde el hogar con las tradiciones católicas. “En mi caso, propuse hacer una Semana Santa en 3D: distinta, doméstica y digital. No podemos hacer lo que ha sido tradicional, pero le propongo a las personas conmemorar la Semana Santa desde casa. También nos mantenemos en contacto con la gente mediante las diferentes redes sociales”, señaló.
Añadió que para los venezolanos es un momento de demostrar la capacidad de paciencia que los ha caracterizado. “Los venezolanos nos vamos a convertir en héroes de la paciencia si sobrellevamos esto. Paciencia es paz, que viene de Dios, para recibir lo adverso y Ciencia que es la sabiduría para responder a esa adversidad. Le pido calma porque somos expertos en tener paciencia y vamos a ser de ejemplo para otros países”.
Con el Fray Luis coincide el padre español Cristian Medina quien, en una entrevista con el diario El País de España, explicó que esta situación permitió el reencuentro de muchas familias. “Muchos se refugiaron en Dios en estos últimos días y también han recurrido a otras creencias. Pero sí, este momento sirvió para que más personas se hayan acercado a Dios. Para muchos esta cuarentena hace bien, porque se juntaron frente al nicho familiar, se estuvo en conversación con otros miembros de sus familias”, indicó Medina.
En los hogares se han incrementado las oraciones, reflexiones de la palabra de Dios, el rosario y comenzaron las cadenas de oraciones conectadas por la tecnología, ya sea por grupos de WhatsApp o transmisiones en vivo. Muchas familias volvieron a unirse en torno al altar familiar y rememorar las oraciones que las abuelas habían enseñado. Es tiempo de aprender.