Docentes tomaron las calles de Anzoátegui para exigir mejoras salariales
Los maestros, que marcharon en los 21 municipios de la entidad, están conscientes de que en el nivel central hacen caso omiso a sus reclamos, por lo que decidieron mantenerse en la calle
José Alberto Camacho / @josecamacho13
Barcelona. En el marco del Día Mundial del Docente, maestros, profesores, personal administrativo e inclusive representantes de otros gremios como enfermeros y estudiantes, acompañaron las diversas manifestaciones de los maestros realizadas este lunes a nivel nacional.
“La gente que está en educación no se enferma, se muere”, así califica la representante del Sindicato Sinvema en Anzoátegui Maira Marín, la situación por la que atraviesan sus colegas, que según indicó, no conformes con tener que vivir en riesgo de salud, “ahora tanto las autoridades nacionales como regionales, los amenazan para que no se unan a las manifestaciones”.
Marín sostiene que debido a la falta de un seguro HCM que les garantice una atención médica de calidad, en la entidad alrededor de 100 personas (entre docentes y personal administrativo) han fallecido por diversas patologías, que según sostiene, pudieron ser controladas.
“Como se atiende un docente que cobra 600.000 mil bolívares quincenales, que no tiene seguro, que va al Ipasme y no le pueden hacer un examen porque no hay laboratorio, aquí no nos enfermamos, nos morimos. Hacer vacas se ha puesto de moda entre nosotros porque es lo que tenemos que hacer para cubrir los gastos funerarios cuando muere un docente, quien tiene 400 dólares para pagar un servicio funerario”.
La dirigente refirió además que los planteles no están en condiciones de atender a los alumnos, no tienen agua, el programa de mantenimiento llamado “Gota de Amor para Mi Escuela”, afirma, se secó porque este año ha brillado por su ausencia.
Betty Pérez es una docente jubilada en 2015 pero ante la escasez de personal fue reincorporada a la nómina y ahora da clases en un liceo de Barcelona.
Afirma que en estos 20 años, la calidad de vida del educador decayó, “antes no éramos millonarios pero vivíamos bien como docentes, hoy ni una galleta puedo darle a mi nieta para que vaya al colegio, muchos colegas no pueden darle el desayuno a sus hijos para que asistan a clases, estamos condenados a muerte”.
Los maestros, que marcharon en los 21 municipios de la entidad, están conscientes de que en el nivel central hacen caso omiso a sus reclamos, por lo que decidieron mantenerse en la calle exigiendo la renuncia del ministro Aristóbulo Istúriz y un cambio en la política educativa venezolana.
