Con fe y alegría se exhumaron los restos del Dr. José Gregorio Hernández, en camina a su santidad
Cardenal Baltazar Porras otorgó la indulgencia plenaria a todos los presentes en el acto de exhumación
Redacción
Con una fe inquebrantable los venezolanos celebraron este lunes la exhumación de los restos mortales del futuro Beato de Venezuela el Dr. José Gregorio Hernández. En el acto, médicos patólogos, especialistas, y los fiscales jurídicos de la Iglesia, que actúan como testigos forenses, inspeccionaron los restos del médico que, si se cumplen los planes, será beatificado en el primer trimestre del 2021.
Los especialistas extraerán reliquias denominadas “de primer grado”, que consisten en pequeños fragmentos de huesos, para ser enviadas a Roma y cada diócesis y arquidiócesis del país.
El acto fue transmitido en vivo en el mismo día en que se cumplen 156 años del nacimiento del futuro Beato, conocido como “el médico de los pobres”.
El papa Francisco ha reconocido uno de los milagros que se le atribuyen y se remonta al 15 de marzo de 2017, cuando la niña, de 10 años Yaxury Solórzano Ortega recibió un tiro en la cabeza durante un asalto a su padre, la pequeña fue testigo presencial de la exhumación.
El cardenal Jorge Urosa Savino, arzobispo de la Arquidiócesis de Caracas, rindió honores a los restos del doctor José Gregorio Hernández durante el proceso de exhumación.
Aldo Giordano, nunciatura Apostólico en Venezuela reconoció el gran amor del pueblo hacia el Siervo de Dios y agradeció al papa Francisco su beatificación del “Médico de los Pobres”
El traslado de los restos del Venerable fue acompañado con el canto del “Te Deum Laudamus” de José Francisco Velásquez, el joven. Himno heredado del rito ambrosiano, tiene su origen en el siglo IV.
Cardenal Baltazar Porras otorgó la indulgencia plenaria a todos los presentes en el acto de exhumación del Dr. José Gregorio Hernández. Con la bendición y la entonación del Himno Nacional de Venezuela, finaliza la primera fase de la exhumación de los restos del Dr. José Gregorio Hernández.
La cuarentena radical no fue limitante para los cientos de devotos que se apostaron en los alrededores de la Plaza de la Candelaria, donde está la Iglesia que guarda los restos del Siervo de Dios.
