Santoyo: Toma de la UDO busca aniquilar la autonomía universitaria
Las autoridades universitarias han exigido el cese de la toma y han solicitado a los organismos competentes que intervengan para salvaguardar la integridad de quienes laboran en el rectorado y de la instalación universitaria, pero hasta ahora ni el gobierno municipal ni el regional (ambos afectos a Maduro) han hecho nada
Con información de nota de prensa
El secuestro del rectorado de la Universidad de Oriente (UDO) ubicado en Cumaná, estado Sucre, es otra muestra de cómo el régimen mantiene su plan de acabar con el derecho al estudio de los jóvenes venezolanos y acallar uno de los espacios de libertad y resistencia como lo son las universidades nacionales.
Así lo expresó el abogado defensor de los derechos humanos José Santoyo, quien también señaló que “el supuesto reclamo de reivindicaciones estudiantiles que utilizan los tomistas no son más que excusas, pues si estos fuesen verdaderos estudiantes identificados con la UDO sabrían que la terrible situación de esa y todas las casas de estudios superiores del país, son responsabilidad del Ministerio para la Educación Universitaria, es decir, del régimen de Nicolás Maduro”.
Del rectorado de la UDO dependen los 5 núcleos ubicados en Sucre, Anzoátegui, Bolívar, Nueva Esparta y Monagas, que desde hace mucho se mantienen más por la resistencia de estudiantes, profesores y personal administrativo que por el interés del régimen que les asigna un presupuesto deficitario que, además, administran a su antojo, dijo el dirigente de Vente Venezuela en Anzoátegui.
Las autoridades universitarias han exigido el cese de la toma y han solicitado a los organismos competentes que intervengan para salvaguardar la integridad de quienes laboran en el rectorado y de la instalación universitaria, pero hasta ahora ni el gobierno municipal ni el regional (ambos afectos a Maduro) han hecho nada.
Mientras tanto estudiantes y profesores de los 5 núcleos han protestado para que se restablezca la autonomía universitaria que permita, en medio de una crisis nunca antes vista, continuar con las actividades académicas y administrativas.