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Desde la clandestinidad, diputado Juan Pablo Guanipa promete "intensificar la lucha" en Venezuela

El régimen de Maduro suele describir las protestas opositoras como focos violentos de desestabilización y este año acusa a los partidos de derecha de buscar derrocarlo con apoyo de Estados Unidos

Con información de Reuters

CARACAS, 4 nov (Reuters) - Un diputado de la oposición venezolana, cuya inmunidad fue revocada el mes pasado, dijo que el presidente Nicolás Maduro lo comenzó a atacar por buscar reanimar las protestas en su país, en momentos en que la atribulada nación petrolera se ha mantenido al margen de una ola de disturbios en la región.

En videos filmados en un lugar no revelado de Caracas para responder preguntas enviadas por Reuters, Juan Pablo Guanipa rechazó estar incitando a la rebelión como dicen las autoridades judiciales y pidió a los venezolanos escuchar el llamado del líder opositor Juan Guaidó a retomar las calles el 16 de noviembre.

“Esto tiene que ver fundamentalmente con eso, con tratar de callar las voces que han salido últimamente a generar mecanismos de protesta”, dijo Guanipa. “En esta dictadura sienten que puede ser como la candela que enciende una llama, y entonces, están haciendo todo el esfuerzo para evitarla”, agregó.

El ministerio de Comunicación e Información de Venezuela no respondió a una solicitud de comentarios sobre su denuncia.

La Asamblea Nacional Constituyente, un cuerpo oficialista creado para rescribir la Constitución, despojó a Guanipa de su inmunidad el 22 de octubre, en respuesta a una solicitud del tribunal supremo. La máxima corte iniciará una investigación tras acusarlo de traición.

La medida contra el legislador se produce a la par que el jefe del Parlamento controlado por la oposición recorre el país invitando a volver a las calles este mes para presionar la salida de Maduro. Guaidó en enero invocó la Constitución para asumir una presidencia interina, alegando que la reelección de Maduro fue fraudulenta, y tuvo el apoyo de decenas de países.

Otros 15 diputados han tenido que huir del país o refugiarse en embajadas este año por medidas similares.

Lo cierto es que mientras violentas protestas en contra de medidas de austeridad y resultados electorales sacuden a Ecuador, Chile y Bolivia, Venezuela no ha visto niveles similares de disturbios en los últimos meses, tras menguar las manifestaciones que pedían la salida de Maduro bajo el colapso económico que ha provocado la huída de millones de venezolanos.

El gobierno socialista en el poder suele describir las protestas opositoras como focos violentos de desestabilización y este año acusa a los partidos de derecha de buscar derrocarlo con apoyo de Estados Unidos.

EN LA CLANDESTINIDAD

Guaidó ha apoyado las recientes marchas de maestros y enfermeras que exigen mejoras salariales y condiciones laborales. Guanipa, por su parte, cree que es perseguido por su llamado a una protesta en Caracas en apoyo a su estado natal Zulia, golpeado por diarios apagones y escasez de gasolina.

Como un desafío a las autoridades, Guanipa asistió de todas formas a la manifestación del 24 de octubre en Caracas y denunció que funcionarios del servicio de inteligencia estaban “muy cerca” mientras hablaba. Abandonó el mitin en una motocicleta y permanece en la clandestinidad sin ver a su esposa y sus cinco hijos.

El diputado agregó que, por ahora, planea mantenerse escondido y no solicitar asilo en una embajada o residencia diplomática, o salir del país, como lo han hecho otros compañeros. Hace dos años, Guanipa triunfó en una elección regional, pero no logró asumir como gobernador al negarse a ser juramentado por la Constituyente oficialista.

“Tenemos que hacer el esfuerzo para mantenernos aquí y dar la pelea. Se tiene que intensificar esa lucha, para lograr que Venezuela salga de la situación que está viviendo”, afirmó Guanipa. “Por esa razón sigo aquí en Caracas”, añadió.Maduro amenazó con cárcel a quienes promuevan la violencia en las protestas planeadas por la oposición en noviembre.

Su amenaza viene después del fracaso de las conversaciones entre ambos bandos, bajo la mediación de Noruega.

Al iniciar otra negociación con pequeños partidos opositores, Maduro pactó la excarcelación del vicepresidente de la Asamblea Nacional, Edgar Zambrano, y más de una docena de personas considerados por la oposición como presos políticos, pero aún permanecen otros 399 opositores detenidos.

En un informe sobre Venezuela, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU dijo en julio que el gobierno “ha utilizado las detenciones arbitrarias como uno de los principales medios para intimidar y reprimir a la oposición política”. Maduro descalificó por parcial ese informe y acusó a Naciones Unidas de omitir información oficial que proporcionaron sobre esos casos.