“Aquí lo que hay es un gran abuso de poder, los que tienen las armas están haciendo lo que le da la gana y son los que están gobernando este país”

Redacción

El secretario general del sindicato de la Ferrominera del Orinoco, Rubén González, cumple un año detenido. En la madrugada del 29 de noviembre de 2018 en un punto de control de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), en Anaco, estado Anzoátegui.

El 13 de agosto del 2019, el Tribunal Militar Décimoquinto de Control de Maturín, a cargo de Alexis Baloa, condenó a 5 años y 9 meses de cárcel a Rubén González. Fue imputado por los delitos de ultraje al centinela y ultraje a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).

El equipo de abogados defensores del sindicalista, encabezado por Miguel Ekar, aseguró que durante el proceso la Fiscalía Militar no presentó elementos de convicción que demostraran la culpabilidad del dirigente sindical.

Esta semana, sus abogados denunciaron que González estaba padeciendo problemas renales y que llevaba más de 100 horas con fiebre y dolores por lo que requería ser trasladado a un centro de salud. La noche del miércoles 28 de noviembre Rubén González fue llevado a un CDI, pero no le realizaron la evaluación médica que correspondía, denunció Mauro Zambrano representante sindical de hospitales y clínicas de Caracas.

Tras varias horas sin tener certeza a donde sería trasladado reportaron que nuevamente fue llevado a La Pica.

La mañana de este 29 de noviembre el secretario ejecutivo de Fetrasalud Pablo Zambrano reiteró la denuncia sobre el estado de salud del dirigente de Ferrominera Orinoco. “Rubén está mal. Tiene problemas renales y de tensión”, destacó a los medios de comunicación.

“Aquí lo que hay es un gran abuso de poder, los que tienen las armas están haciendo lo que le da la gana y son los que están gobernando este país”, señaló Zambrano.

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