Carlos Carranchán usó sierras para desmembrar a su pareja. El Cicpc lo detuvo en su propia vivienda con los restos de la dama

Juan Afonso/@jcabnews

Lo que empezó con el hallazgo de una pierna cercenada en la avenida 5 de Julio en Puerto La Cruz, la tarde del martes, terminó siendo un escabroso asesinato en Barrio Mariño. Justo en las calles Ayacucho y Santa Rosa, está la casa donde ocurrió el crimen.

La víctima era Inés Herrera (51), quien desde hace más de 10 años vivía en concubinato con Carlos Carranchán (55). Casualmente, la vivienda queda cerca del Cicpc subdelegación Puerto La Cruz y el CCP de Polianzoátegui.

Carlos Viloria, uno de los vecinos del barrio, dijo que el martes, el Cicpc entró a la vivienda y luego se llevaron detenido a Carranchán, al encontrar los restos descuartizados de Herrera. Comentó que en la bolsa donde hallaron una de las piernas de la víctima había un número telefónico que da a esa casa.

Carlos González, otro vecino, comentó que unos transeúntes vieron a uno de los perros comerse una mano humana y dieron parte a las autoridades. Ahí los pesquisas unieron los puntos.

Los vecinos expresaron que Garranchán tiene unas sierras con las que cortó a la víctima. Mencionaron que este sufre de esquizofrenia agresiva a raíz de un accidente con gas cuando era trabajador de Pdvsa.

Garranchán hacía labores de mantenimiento a las máquinas remolcadoras para la industria petrolera, y un accidente con gas lo incapacitó. Quedó con esquizofrenia por plomo en la sangre, según comentaron sus vecinos.

La pareja no dejó hijos. Los declarantes expusieron que las peleas entre ambos eran muy frecuentes, pero no pensaron que se daría un asesinato así. El hombre intentó deshacerse de los restos dispersándolos por varias partes de la ciudad. La cabeza de la mujer aún no ha aparecido.