Mataron a “Hernancito” asesino del grandeliga Gustavo Polidor
Efectivos del Cicpc, luego de tres meses de investigación y análisis, logró a través de rastreo telefónico dar con el paradero de los criminales en Artigas
Con información de Sumarium
El sujeto asesinó al grandeliga Gustavo Polidor frente a su esposa e hijo de 2 años en 1995 y protagonizó la situación de rehenes en Terrazas del Ávila en 1996, donde en un cuestionado operativo policial cayeron un delincuente y una de las rehenes.
Funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) mataron a Hernán López Ortuñez, conocido como “Hernancito”, en La Quebradita 1 de Artigas.
De acuerdo a lo reseñado por el periodista Deivis Ramírez, acotó que “Hernancito” el 17 de abril de este año ordenó el secuestro de un comerciante de origen sirio en Caracas. Luego con su banda criminal contactó a la familia para solicitar 700.000 dólares y así liberarlo.
La familia denunció ante el Cicpc y se inició una investigación el día 23 de abril. Tras llegar a un acuerdo con Hernancito, la familia y el Cicpc decidieron hacer un ‘pago controlado’ y entregar 10.000 dólares y joyas a cambio de la liberación en La Victoria.
“Efectivamente ese día 23 de abril la familia cumplió con el pago, pero Hernancito no liberó al comerciante. El Cicpc continuó con la investigación a fondo y logró rescatar a la víctima el 25 de abril en una casa de Carapita, en Caracas. El comerciante fue sometido a tratos crueles y Hernancito le amputó un dedo para mostrarlo como fe de vida a la familia”, acotó Ramírez en sus redes sociales.
Efectivos del Cicpc, luego de tres meses de investigación y análisis, logró a través de rastreo telefónico dar con el paradero de los criminales en Artigas, específicamente en las residencias Vista Hermosa de La Quebradita 1. Al llegar al lugar se encontraron con “Hernancito” que se enfrentó a los funcionarios y cayó muerto. Tenía los dos celulares que usó durante el secuestro: uno digital y uno analógico.
López Ortuño estuvo preso en la Penitenciaria General de Venezuela (PGV). reseñó Sumarium