El centro de salud no cuenta con Laboratorio, Rayos X, Tomografía, Banco de Sangre, gasas, vendas, jelcos para cateterizar vías, antibióticos o insulina

Con información de El Tubazo

Trabajadores del hospital Luis Razetti de Barcelona protestan desde las 7:00 am de este jueves, para exigir salarios dignos e insumos para el centro hospitalario, como parte de un “plantón” que esperan realizar por seis horas. Las cirugías electivas y las consultas externas estarán paralizadas hasta la 1:00 pm.

La manifestación la iniciaron en la entrada del centro de salud, y posteriormente caminaron hasta la avenida Argimiro Gabaldón, en donde cerraron el paso por varios minutos. Posteriormente, se regresaron al nosocomio.

Pacientes y familiares de los enfermos también se sumaron a la protesta, para quejarse de las malas condiciones en las que se encuentra el hospital, alegando que existe una crisis humanitaria.

El doctor Oscar Navas explicó que se encuentran solicitando salarios dignos para cubrir sus necesidades básicas, y un plan de acciones concretas para devolver al hospital a una aceptable operatividad, ya que no se cuenta con Laboratorio, Rayos X, Tomografía, Banco de Sangre, gasas, vendas, jelcos para cateterizar vías, antibióticos o insulina, entre otros insumos.

"No podemos detener lo que no funciona pero tampoco queremos seguir siendo cómplices fingiendo que todo está normal, por eso hoy empezamos con 6 horas de plantón en la puerta de nuestro segundo hogar para hacer evidente lo poco que podemos hacer acá, y con ello protestar porque queremos hacer más”, expresó.

El galeno señaló que también se encuentran alzando sus voces por los pacientes, “porque atenderlos en las condiciones en las que estamos no es justo, no es humano, no es racional”.

"Vemos con dolor como poco a poco, los servicios que aquí se prestan han ido deteniéndose. En términos prácticos, nuestros pacientes sólo cuentan con nosotros y, como ellos, tenemos hambre que ya no aguanta más. ¡Queremos ayudar, déjennos trabajar!”, dijo.

Oscar Navas sostuvo que más de 300 jóvenes con menos de 30 años se encuentran afectados. “Ya no podemos más, nuestro salario nos lleva a la disyuntiva existencial de comer o trabajar y, la mayoría de las veces, nuestra vocación nos hace trabajar sin comer”, manifestó.