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Venezuela: el país que se quedó a pie

La grave crisis económica no permite a los transportistas y personas particulares, reparar y mantener los vehículos en buen estado

Valentina Rodríguez 

Desde antes de la invención de la rueda, el ser humano ha buscado métodos para transportarse dentro de un territorio y hacia otras latitudes para obtener beneficios personales o comerciales. La era de la industrialización dio paso a la creación de los primeros vehículos impulsados por vapor, con el fin de crecer mercantilmente y facilitarles la movilidad a las personas.

En Venezuela nuestros primeros habitantes se movilizaban con canoas a través de los ríos y adicionalmente, utilizaban a los animales como caballos, burros y yeguas para transportar mercancía, comida y hasta personas, de un lugar a otro.

Finalmente en 1904, según datos de historiadores, se introduce al país el primer vehículo de origen francés, el Panhard Levassor. Pero es  en 1908 que comienza el auge automovilístico en Venezuela, importando la gran mayoríade ellos desde el viejo continente.

Los carros transitaron por carreteras rudimentarias de tierra, hasta que en 1910, por decreto del presidente Juan Vicente Gómez, se inició una política de construcción de carreteras y avenidas debidamente pavimentadas, supervisado por el ministro de Obras Públicas, Román Cárdenas.

El retroceso de la modernización

Con un sistema de transporte que anteriormente contaba con las mejores unidades y competía por el principal puesto a nivel mundial, Venezuela se posicionaba como una de las potencias en referencia a proyectos sobre transporte.

El país actualmente vive un declive de modernización, lo que se creía era la utopía petrolera, sufre los estragos de un Estado fallido, donde los gobernantes abandonaron a sus anchas todo deseo de ofrecer una vida digna a los venezolanos.

El transporte es solo uno de los numerosos problemas que vive el país. La grave crisis económica no permite a los transportistas y personas particulares, reparar y mantener los vehículos en buen estado, aunado a ello, el estado crítico de la vialidad. Cauchos espichados, motores recalentados y fallas mecánicas convergen en el día a día de una población que anteriormente contaba con aproximadamente 47.200 unidades de transporte en la ciudad de Caracas y hoy solo están operativas aproximadamente 4.500.

El presidente de la Central Única y por Puestos del Transporte Público, José Luis Montoya explicó que, “la situación del transporte público a nivel nacional es alarmante, ya que más del 80% de las rutas urbanas, troncales y en el caso de los extra urbanos más del 90% de los vehículos están paralizados por falta de repuestos, partes, autopartes, lubricantes y gasoil.”

Nuevas formas de movilización

Los venezolanos se han visto en la necesidad de recurrir al uso de vehículos no aptos para el transporte de personas, como camiones 350, volteos y las llamadas “perreras”, lo cual conlleva un gran riesgo para la integridad física de los pasajeros, quienes van totalmente expuestos, sin asientos y ningún tipo de seguridad más que una cuerda o baranda oxidada para sostenerse.

Pedro Jiménez, presidente del bloque de Transporte de Caracas declaró que, “el sistema de transporte se ha ido deteriorando, a eso le sumamos la falta de respuesta y compromiso que debería tener el Ministro de Transporte, la cual ha sido la causa que obliga a los conductores a parar sus unidades y a los ciudadanos a idear nuevas formas para poder movilizarse.”

Muchas veces los ciudadanos han tenido que recurrir a las largas caminatas para llegar a su destino, en ocasiones, en altas horas de la noche y eso en un país que, según la encuesta Gallup sobre la Ley y el Orden Global, se posiciona como el número 1 en índices delictivos a nivel mundial, conlleva un riesgo muy alto para quienes escogen esta opción para movilizarse.

“A veces me toca caminar para llegar a mi trabajo, imagínate, esperar aquí en la parada es tiempo perdido y no puedo llegar tarde, podría perder mi trabajo así y después cómo me mantengo y pago todas mis cosas. Esta situación es horrible”, expresa Andrea Aroca, cajera del supermercado La Cava, ubicado en Lechería.

Paralización vehicular

Los venezolanos han visto el declive del servicio de transporte en los últimos años el declive del sistema de transporte. La inflación actual que atraviesa el paísaceleró la pérdida del poder de compre, escasez y sobreprecio de autopartes.  

Carlos Daza, habitante del sector Guaraguao, Puerto La Cruz y estudiante de medicina, madruga diariamente a las 4 am, camina 6 cuadras hasta la avenida principal, porque ya no pasan carritos por su zona,y hace largas cola para, con suerte, poder llegar al hospital Luis Razetti a tiempo, “antes tenía carro pero me robaron la batería en el estacionamiento de mi casa y desde entonces no he podido reunir para comprarla, cuando reúno la plata, ya ha aumentado el doble su precio.”, comenta con pesar.

Tener un vehículo particular actualmente es un lujo, los costos de los cauchos y las baterías se alzan sobre los Bs.S 56.000 (100$), los repuestos con un sueldo mínimo de apenas Bs.S 4.500 (5$), los usuarios se han visto en la difícil situación de estacionar sus vehículos y salir a pie.  

Armando Puertas, vigilante del edificio Pascal I, relata que para llegar de su casa en Guanta hasta el sector Pascal, debe salir a las 5 am, y que ha tenido que ingeniárselas con su esposa para conseguir efectivo, “mi esposa es empanadera, siempre trata de exigir efectivo pero ahorita quien tiene efectivo, yo tenía una camioneta herencia de mi papá pero la tengo parada por falta de repuestos que me son imposibles pagar.”

Factores externos

La falta de efectivo es otro de los factores que perjudica este sistema, conseguir papel moneda se ha vuelto un viacrucis, largas colas en los cajeros para retirar entre Bs.S 100 y Bs.S300 es desalentador para los usuarios, quienes deben pagar hasta 30 Bs Soberanos por pasaje. 

Gabriel Velásquez, obrero de construcción, residente del sector Los Cerezos comenta que, con su sueldo no le alcanza para cubrir la comida y los pasajes y muchas veces debe quedarse en su casa porque “es mejor estar en casa sin salir, que estar en la calle gastando, cuando puedo mato unos tigritos, pero se gasta mucho en pasaje”. 

Con un incremento desmesurado del costo del pasaje, que inició en año en Bs.F 1.000, subió a Bs.F 8.000 a mediados y cerrará con un aumento de más del 1000%. Las tarifas actuales van desde 10 Bs Soberanos en autobuses hasta Bs.S30 o BsS50 en busetas o “perreras”. Sin embargo al no estar establecido un precio en gaceta oficial, los choferes de las unidades deciden cobrar lo que, a su juicio, es lo justo, posicionando el valor del pasaje a precios variables.

Decretos que no solucionan

En medio de la problemática actual que vive el transporte nacional, es importante recordar  la llamada Misión Transporte, decretada por el actual presidente Nicolás Maduro donde prometió un servicio de transporte “incluyente, digno, seguro, de calidad y a precios justos.” Lo cual contrasta perfectamente con la realidad que se vive en el país.

Dicho decreto tomó forma en Anzoátegui, el 19 de noviembre de 2015 cuando se inauguró el Bus Transporte Rápido Cacique Cayaurima o simplemente BTR, de la mano el entonces gobernador Aristóbulo Istúriz, contando con 50 autobuses en su primera ruta, de los cuales la mitad se encuentran inoperativos, y día tras día se observan menos.

A pesar de tener un trágico comienzo en la zona norte del estado, arrollando a 10 personas en el primer trimestre luego de su inauguración y 2 choques el 20 de noviembre de 2015, el BTR es una de las opciones más utilizadas por los usuarios para huir de las “perreras”.

El Artículo 13 de la Ley de Transporte Terrestre que establece que “El Sistema Nacional de Transporte Terrestre debe responder a los principios de actividad sustentable, a la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos y las ciudadanas, a la disminución de la contaminación ambiental, a garantizar el buen trato a los usuarios y las usuarias, la seguridad y comodidad en los servicios de transporte terrestre público y la participación ciudadana, orientada a satisfacer las necesidades y requerimientos de la movilidad y accesibilidad en todos los ámbitos de la vida ciudadana”

Más de 20 ONG se han pronunciado, entre ellas, Acceso a la Justicia, Agenda Automotriz, A.C. Cultura para la Vida, A.C. El KM Inteligente,A.C Llamado a la Conciencia Vial, Asociación Civil Paz Activa, Asotránsito, para expresar “la falta de sanción ante el incumplimiento de las disposiciones de Ley y normas en general, ante faltas tan graves como llevar niños menores de 10 años en motos, incluso sin ningún tipo de protección, desatendiendo al Reglamento de la Ley de Transporte Terrestre sobre el uso y circulación de motocicletas en la red vial nacional y el transporte público de personas en la modalidad individual moto taxi, y que se estén utilizando estos vehículos como transporte escolar”.

Mientras que otros países se proyectan a futuro con sistemas de transporte cada vez más sustentables y óptimos, Venezuela sufre el atraso de un sistema de gobierno que muestra su ineficiencia. Las largas colas en las paradas y horas de espera hacen crecer la desmotivación y el desgaste físico y emocional de la población venezolana que día a día sale a esperar por un servicio de transporte digno.