Existen numerosas formas de fortalecer el sistema inmunológico. Pero antes que nada, es importante explicar cómo saber si el sistema inmunológico está bien

Redacción

El mecanismo de defensa natural del organismo ante elementos externos y sustancias infecciosas que pueden generar enfermedades, se le conoce como el sistema inmunológico.

Si el sistema inmunológico es óptimo, el cuerpo podrá defenderse mejor de bacterias, virus, hongos o parásitos que pueden encontrarse en el aire, el agua, la sangre, la comida, insectos, mediante el contacto con la piel y el sexo.

Existen numerosas formas de fortalecer el sistema inmunológico. Pero antes que nada, es importante explicar cómo saber si el sistema inmunológico está bien.

Los eosinófilos en la sangre son células que se forman en la médula ósea, y que se encargan de proteger al organismo de parásitos e infecciones. Los eosinófilos en la sangre constituyen entre el 1% y el 6% de los glóbulos blancos en las personas normales.

Los niveles adecuados de eosinófilos en la sangre oscilan entre 0% y 4%, lo que se traduce entre 50 y 500 mililitros (ml).

Cuando existen valores anormales de eosinófilos en la sangre, se produce lo que se conoce como eosinofilia.

La eosinofilia suele ser, por lo general, intrascendente, ya que el hallazgo de eosinofilia es muy frecuente. Es una reacción frente a los parásitos (especialmente en los niños), así como a las alergias, la dermatitis y el asma. Rara vez la eosinofilia está vinculada a la presencia de células anormales.

Es importante saber que la eosinofilia leve no genera síntomas, pero si los niveles son sumamente altos, puede ocasionar lesiones orgánicas, especialmente el sistema nervioso, el corazón, la piel y los pulmones.

Los eosinófilos en la sangre pueden liberar quimiocinas y citocinas, que conjuntamente con una inflamación del tejido, pueden ocasionar el daño de órganos.

Síntomas

El aumento de eosinófilos en la sangre puede ocasionar diversos síntomas, dependiendo de la condición que los produzca. Es decir, si se trata de una infección a nivel intestinal a consecuencia de parásitos, el paciente sufrirá de diarrea, malestar y dolor abdominal.

Es por esto que el tratamiento estará destinado a combatir directamente la enfermedad que genera el aumento de estos glóbulos blancos.

La eosinofilia se puede detectar mediante un análisis de sangre.

Prevención

¿Cómo fortalecer el sistema inmunológico? Existen diversas formas: La más sencilla es consumir cantidades abundantes de verduras frescas y frutas, especialmente durante las épocas de mucho frío.
Resulta muy positivo comer mandarinas, o consumir un jugo de naranja natural durante las mañanas. Un té blanco, té verde, y caldos vegetales también son muy recomendados.

Las legumbres son buena fuente de zinc y hierro, que fortalecen el sistema inmunológico, y también proveen vitamina B6, que ayuda a la formación de glóbulos blancos, o linfocitos, que combaten las infecciones.

La inclusión en la dieta de ajo y cebolla es vital, ya que proporcionan un efecto antivírico. Los extractos de miel igualmente sirven.

Se necesita suficiente proteína, lo que se logra mediante el consumo de carne, el queso, las aves de corral, el pescado, la leche y los huevos.

Se aconseja limitar la cantidad de carbohidratos (cereales, maíz y trigo), ya que si se comen en exceso, se pueden bajar drásticamente la cantidad de linfocitos, es decir, el sistema inmunológico estará debilitado.