El exfuncionario explicó que el comandante del Cufan recibía instrucciones de los rectores Francisco Carrasquero y Jorge Rodríguez, quienes cumplían las órdenes directas de Hugo Chávez

Con información de La Patilla

El Capitán Igor Nieto Buitriago declaró en la mañana de este viernes 15 de septiembre ante la Organización de Estado Americanos (OEA), en la segunda de una serie de audiencias para determinar si existen bases que permitan denunciar a Venezuela ante la Corte Penal Internacional (CPI), por crímenes de lesa humanidad.

“Entre los años 2003 y 2005, trabajé para el Comando Unificado de la Fuerza Armada Nacional (Cufan), donde le manifesté mi descontento al comandante del Cufan, Julio Quintero Viloria, por establecer conversaciones con los rectores del Consejo Nacional Electoral (CNE), Francisco Carrasquero y Jorge Rodríguez, para manipular los procesos electorales a través del Plan República”, indicó Nieto.

Esta manipulación consistía, según detalló, en determinar cuándo abrir y cerrar los Centros Electores de Votación donde la oposición venezolana era ganadora, y mantener abiertos los Centros de Votación donde el oficialismo ganaba.

Nieto explicó que el comandante del Cufan recibía instrucciones de los rectores Francisco Carrasquero y Jorge Rodríguez, quienes cumplían las órdenes directas del presidente de la República, Hugo Chávez.

Posteriormente, el Capitán Nieto fue trasladado al Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares (Cavim), donde el Comandante José Gustavo Arocha Pérez fungía como Presidente. Nieto aclaró que el Comandante Arocha Pérez recibió instrucciones de enviar vehículos de combate denominado “Tiuna” a Bolivia, y entregar municiones a Uruguay.

Sin embargo, el Comandante Arocha Pérez expresó su inconformidad al Ministro de la Defensa, Gustavo Reyes Rangel Briceño, porque dichas acciones establecían una violación a los tratados internacionales y a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

En consecuencia, el presidente de la República, Hugo Chávez le pidió que renunciara, y se le abrió una investigación por el manejo de la “pistola zamorana” para mantenerlo alejado de la luz pública.