“La mayoría de los fallecimientos se debe a que nacen con desnutrición severa, aunado a que en los hospitales no hay los insumos para atenderlos, y se agrega otro problema que son las bacterias”, explicó el doctor Huberto Omaña

Nohemí Rondón

En 14 días que han transcurrido de septiembre contabilizan 19 muertes neonatales en el Hospital Universitario Dr. Luis Razetti de Barcelona.

El secretario del Colegio de Médicos del estado Anzoátegui, Humberto Omaña, advirtió que la cifra podría ir en ascenso y cerrar septiembre con 40 decesos de infantes. Agregó que la razón de estos fallecimientos está ligada a infecciones conocidas también como sepsis neonatal.

Omaña destacó que este problema viene dado porque desde el inicio del embarazo, sobre todo en madres adolecentes, no hubo un control previo durante la gestación, mala alimentación desde el útero y prematuridad.

“La mayoría de estos niños nacen con desnutrición severa, aunado a que en los hospitales no hay los insumos para atenderlos y se agrega otro problema que son las bacterias”, dijo.

“El hospital es un cascarón vacío, no hay nada. La solución es la apertura de un canal humanitario para que pueda haber medicinas y dotación de insumos”, recalcó.

Complicaciones

Los fallecimientos de los infantes no solo radica en la falta de medicinas o controles médicos, también existe un par de enemigos latentes para los pequeños en el piso 9 del área de Neonatología del Razetti, conocidas como: Escherichia coli y Klebsiella pneumoniae, estas bacterias, según lo explicado por Omaña, son resistentes a los antibióticos, complicando la salud del paciente.

“Esta triste realidad fue constatada por el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas en 2009, y pese a los informes que se han elevado a los distintos directores que han pasado por el hospital, aún no se han tomado las medidas pertinentes”, alegó el doctor.

Las fallas en todo el sistema salud empieza por la atención preventiva. Omaña destacó que muchas enfermedades pudieran evitarse si en los ambulatorios existieran las vacunas, protección del medio ambiente (calles sin basura), suministro de agua potable, y la desratización (control de roedores).

Precisó que el estado Anzoátegui atraviesa por una epidemia de sarna, a la cual le sigue una lista de enfermedades como paludismo, difteria, tuberculosis y desnutrición. “Lamentablemente la pirámide de salud está invertida”, alegó Omaña.