Anzoátegui registra 34 decesos en 2017 por tuberculosis
La falta de medicinas, equipos de trabajo, hacinamiento y controles preventivos en materia de salud pone en “jaque” a los ciudadanos
Nohemí Rondón
Barcelona.- Alarmantes, así son las cifras de reaparición de enfermedades que habían sido erradicadas en Venezuela, y que ahora reaparecen poniendo en “jaque” la vida las personas.
Solo en el estado Anzoátegui, de enero a agosto han fallecido 34 personas que contrajeron tuberculosis (infección bacteriana que suele atacar los pulmones, pero puede también dañar otras partes del cuerpo). La mayoría de los casos son enfermos que están pagando condena en el internado judicial José Antonio Anzoátegui, conocido como “Puente Ayala”.
La información fue suministrada por el secretario del Colegio de Médicos de la entidad, Humberto Omaña, quien añadió que las condiciones precarias en el sistema salud regional, aunado a la falta de tratamiento y el deterioro de los centros asistenciales, aniquila la posibilidad de que el paciente pueda ser atendido a tiempo para evitar su deceso.
Agregó que otro factor negativo es el hacinamiento que se evidencia en algunas de las cárceles de Venezuela, cuyo detonante acarrea una variedad de infecciones, especialmente de tipo pulmonar. Igualmente, la mala alimentación de los reos los hace más propensos a adquirir bacterias.
Omaña detalló que a la lista se le unen cinco personas fallecidas por meningitis (enfermedad infecciosa provocada por virus o bacterias que en muchas ocasiones se encuentran en la nariz), tres decesos por difteria y uno por tosferina.
Las infecciones han sido un mal que han atacado a los anzoatiguenses. El galeno precisó que la falta de medicamentos ha provocado la muerte de 240 ciudadanos en lo que va de año.
“Estas personas presentaban enfermedades que en otro tiempo pudieron ser tratadas y curadas, pero que por la grave crisis hospitalaria que hay en el país no fue así”, lamentó.
Resaltó que en los ambulatorios y hospitales de la región no hay material para realizar pruebas químicas, radiografías o biopsias. “Como doctores podemos dar con el diagnóstico del paciente, pero al mismo tiempo quedamos de manos atadas porque en los centros públicos no hay nada”, resaltó.