Venezolanos han dejado de comer carne
En la última semana el kilo de carne de res pasó de 9 a 11 mil bolívares y con tendencia al alza porque no está llegando ganado a los mataderos y tampoco hay importación
Niurka Franco
La crisis que vive Venezuela agudizada en los últimos años por la escasez, alta inflación y bajo poder adquisitivo ha obligado a los venezolanos a cambiar sus hábitos alimenticios, prescindiendo de manera parcial o total de los productos cárnicos.
Carmen Cumana, una madre barcelonesa de tres adolescentes, confiesa que el alto costo de la carne la ha llevado a interesarse por proteínas de menor costo, como la sardina, vísceras y granos.
“En realidad comemos carne muy raras veces porque mi ingreso no alcanza, en casa somos cuatro personas y tres son adolescentes y ya sabemos el apetito que desarrollan, a veces dejo de comer para que coman ellos”, comenta la mujer de unos 40 años, cuya delgadez raya en lo extraordinario.
De acuerdo con lo dicho por el empleado de una carnicería en Colinas del Neverí, el precio de la carne de res se disparó la semana pasada y de inmediato cayó su consumo. “Calculamos que las ventas han bajado en un 60 por ciento aproximadamente”, expuso.
Productores enfrentan graves problemas
El ingeniero Mauro Barrios, presidente de la Asociación de Ganaderos de la zona sur, asegura que el aumento de precios obedece a la temporada debido a que los meses de abril, mayo y junio, arrecia el período seco en el país y por tanto el ganado no tiene pasto fresco para alimentarse de manera que pierde peso y nadie va a llevar reses flacas al matadero porque pierde, máxime cuando no hay importación de productos para mantener a los bovinos.
Barrios señala que a la falta de ganado en los mataderos se suma la no importación de carne, lo que ha generado una estrepitosa caída en el consumo de cárnicos al punto que según indica, en 1998 el consumo per cápita fue de 14 kilos por año y hoy apenas si llega a 8 kilos per cápita anual.
Refiere el dirigente gremial que el precio al consumidor no incluye las vicisitudes por las que pasan los productores agropecuarios, quienes deben enfrentar la inseguridad, falta de repuestos, de maquinaria, alto costo de materiales como alambre para la construcción de cercados, alimento y vitaminas para los animales, entre otras.
El presidente de la Asociación de Ganaderos de la zona sur cree que frente a la crisis actual es necesario volver la mirada al campo, más aun ante la destrucción que existe. “Habrá que empezar de cero, aquí todo está por hacer”, dijo.