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Consumo de carne cae drásticamente

Expendedores de carne aseguran que en lo que va de año el consume bajó al menos en un 50%, mientras las piezas de pollo como pescuezo, carapacho y alas han pasado a ser parte del menú principal de muchos clientes

Niurka Franco

El consumo de proteína animal es un lujo en la mayoría de los hogares venezolanos, donde los carbohidratos constituyen el plato fuerte de todos los días. Jesús Maraguacare, dependiente de una carnicería, afirma que en lo que va de año la venta de pollo, carne y cochino cayó súbitamente porque la población no dispone de presupuesto para comprar.

“Lo que más llevan son partes de pollo como carapacho y pescuezo, mientras de la res están comenzando a pedir vísceras y huesos rojos, muy pocos llevan cortes de primera y segunda porque su precio oscila entre 8 y 9 mil bolívares”.

Sobre el tema, Gregorio Marrero, quien aguardaba su turno para comprar en un frigorífico de Barcelona, manifestó que la proteína animal sólo es vista en su casa los días sábados y domingos, y que de lunes a viernes intentan sobrevivir con una dieta basada en plátano, granos, huevos y sardinas porque el presupuesto no da para más.

Comenta que la siembra y cosecha de raíces y tubérculos es hoy una alternativa, sobre todo en sectores donde las familias cuentan con terrenos aptos para el cultivo de estos rubros.

“Nunca pensé convertir mi patio en un conuco, pero la necesidad me ha obligado a volver la mirada hacia la tierra y la posibilidad de cultivar para poder comer, el año pasado de no haber sido por una mata de mango que tenemos en casa habríamos pasado hambre”.

Antonio Carrasquel, médico obesólogo, afirma que la baja ingesta de proteína animal conlleva a la pérdida de masa muscular en el caso de los adultos, y en el de los niños dificulta el crecimiento y el buen funcionamiento del cerebro, por lo que recomienda a los padres y representantes establecer una especie de menú, en el que, en la medida de lo posible, se haga una distribución balanceada de los alimentos.

Admite que en la actualidad, y dadas las condiciones en las que sobrevive la población, resulta difícil llevar una alimentación adecuada, pero comenta que en la medida que se conozcan los grupos de alimentos y sus propiedades podría ser menos complicado comer saludable.