PDVSA se cayó a pedazos desde hace varios años
José Bodas, directivo de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela (FUTPV), afirma que los trabajadores han estado advirtiendo desde hace unos 10 años sobre la falta de inversión y de mantenimiento en la industria petrolera
Niurka Franco
Para José Bodas lo ocurrido con la refinería de Amuay, así como lo que está pasando en el resto de las instalaciones petroleras, incluida la refinería de Puerto la Cruz obedece a la falta de mantenimiento y de inversión, lo cual ha sido denunciado en reiteradas oportunidades por la masa laboral desde hace no menos de una década.
El trabajador y dirigente sindical afirma que la gerencia de la estatal petrolera se ha dedicado de lleno a hacer política y a tratar de mantenerse en posiciones de poder dentro del partido oficial, dejando de lado su principal propósito, cual es velar porque PDVSA pueda mantenerse en los estándares que la habían caracterizado a nivel mundial.
Afirma que no se justifica el que siendo Venezuela uno de los países con la mayor reserva de crudo en el mundo, esté atravesando por una crisis como la actual y mucho menos el que la principal industria nacional se esté cayendo a pedazos.
Advierte que en el caso de la refinería de Puerto la Cruz, las plantas catalíticas y de alquilación se encuentran paradas desde hace 9 meses al igual que las cuatro calderas cuya función es esencial para la producción de combustible. Asegura que las fallas en los procesos de procura y mantenimiento han llevado al deterioro progresivo de las instalaciones, con el resultado que se observa: una refinería convertida en chatarra.
Coincide con lo dicho por el economista y diputado José Guerra, al señalar como algo insólito el que teniendo Venezuela una capacidad de refinación de 1 millón 300 mil barriles diarios de petróleo, tenga que estar importando gasolina desde otros países, lo cual implica una erogación para el país de 700 millones de dólares o más.