Gladis Kumbos representante de Asopadres, afirma que debido a los constantes aumentos salariales las instituciones educativas han ido en picada y paradójicamente, los padres y representantes  tienen menos capacidad de pago

Niurka Franco

La morosidad en los planteles privados ronda el 60% lo que coloca a estas instituciones educativas al borde de la quiebra, al no contar con ingresos para asumir los costos de funcionamiento y pago de personal.

De esta manera lo afirma Gladis Kumbos, representante de Asopadres, quien refiere que los constantes aumentos salariales han incidido negativamente en el funcionamiento de las instituciones educativas no dependientes del Estado, a las cuales se les obliga a mantener  matrículas asfixiantes que ni siquiera les permiten operar con holgura.

“El Gobierno prácticamente está decretando el cierre de los planteles privados, los cuales deben asumir los constantes aumentos salariales, que paradójicamente  tornan más difícil la posibilidad  de que los padres y representantes puedan honrar sus deudas con el colegio”

Kumbos hizo un llamado  como madre y representante a sus homólogas, para que no se dejen manipular y entiendan que los dueños de los planteles privados no son sus enemigos. “Es necesario que estemos pendientes de lo que ocurre en las instituciones donde estudian nuestros hijos”, afirma.

Refiere que a través de los medios oficiales y de las redes sociales, se ha pretendido satanizar a los planteles privados, los cuales constituyen una opción, ante la grave situación de violencia presente  en las escuelas dependientes del Gobierno. A su juicio se pretende poner a pelear a unos con otros.

Revela que la morosidad ha aumentado considerablemente  y se encuentran de manos  atadas. “En febrero hicimos asamblea de padres y representantes para definir  el monto de la matricula que probablemente se ubique entre 58 y 60 mil bolívares, de conformidad con los informes d costos, la inflación y los compromisos del colegio .

Afirma que desde que inició el período lectivo a la fecha, todavía hay `padres que sólo han podido pagar  la inscripción, por lo que el plantel debe asumir ser subsidiario de los pequeños, aun cuando debía ser obligación del Estado, asumir la educación gratuita de la población infantil.