Más de 800 establecimientos fueron supervisados este miércoles en Barcelona, por funcionarios de la Sundde

Susej Azócar

“En quiebra”, así expresó el presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Bachar Kobrosly, que se declararían los dueños de los negocios que fueron fiscalizados este miércoles por la Superintendencia para la Defensa de los Derechos Económicos (Sundde), que obligó a vender hasta un 50% por debajo del precio que marcaba el producto.

Precisó que estas medidas inconsultas tomadas por el Ejecutivo nacional generarán que más comercios cierren de manera definitiva a inicios del próximo año, pues no tendrán como reponer el inventario.

“Lo que no han entendido es que el precio del producto es el doble al que se compró. Es decir ese pantalón que están vendiendo en este momento a Bs. 500 mil, ya el mayorista lo tiene en un millón de bolívares”, detalló el agremiado.

Exhortó al Gobierno nacional a tomar medidas económicas y no políticas como esta.

Las colas no se hicieron esperar y el alboroto reinó por varias horas en los locales supervisados.

El despliegue

Cerca de las 12:00 del mediodía, más de 100 funcionarios de la Sundde y Guardia Nacional Bolivariana (GNB), iniciaron las fiscalizaciones a decenas de comercios ubicados en el bulevar 5 de Julio de la ciudad capital.

El superintendente Willian Contreras, expresó que más de 800 locales fueron inspeccionados ayer, y que el objetivo es mantener las fiscalizaciones a fin de evitar que los comerciantes cometan abusos en contra de los compradores.

“Este es un plan integral que estamos desarrollando en más de 11 mil 800 establecimientos a nivel nacional de venta de alimentos y productos de primera necesidad, la comunidad organizada de Barcelona lo pidió y aquí estamos acompañando al pueblo en la lucha, reformando los mecanismos de supervisión”, resaltó Contreras.

Contreras puntualizó algunos de los delitos que han sido detectados durante las fiscalizaciones y que serán motivo de sanciones y multas, como la alteración de facturas de inventario, acaparamiento de productos, especulación sobre costos, remarcaje de precios o ausencia de marcaje visible al público.

Atendió las inquietudes de algunos vendedores que respondían a razón del costo original de los bienes, de acuerdo al precio del dólar paralelo, para lo que Contreras solicitó la entrega a los funcionarios de listas de proveedores para su debida investigación “La especulación se hace presente y se intensifica en diciembre por el consumo que nuestro pueblo ha hecho históricamente y lo hará”, afirmó