Cerca de 30 detenidos tras intentos de saqueos en Venezuela
En algunos lugares, ha habido enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad las personas
Con información de Reuters/EP
Al menos 28 personas han sido detenidas por los saqueos que han tenido lugar estos días en el estado Bolívar de cara al arranque de las fiestas navideñas y en el contexto de la grave crisis de abastecimiento que sufre la nación caribeña.
El jefe de la Cámara de Comercio local, Florenzo Schettino, ha contado a Reuters que una decena de tiendas han sido atracadas y que se han registrado intentos de robo en otros establecimientos. "En la mayoría se llevaron la mercancía parcial o totalmente", ha dicho, destacando que la acción policial frustró otros muchos saqueos.
En algunos lugares, las fuerzas de seguridad han tenido que lanzar gases lacrimógenos para evitar los atracos, a lo que los asaltantes han respondido lanzando piedras y otros objetos contundentes, de acuerdo con los medios de comunicación venezolanos.
En este contexto, el alcalde de Ciudad Bolívar, el oficialista Sergio Hernández, ha hecho un llamamiento en Twitter a "la calma". "Ya los organismos de seguridad se encuentran desplegados a través del operativo #NavidadesSeguras2017 para solventar cualquier situación y garantizar la paz", ha escrito.
Schettino ha desvinculado estos incidentes de una crisis económica que ha vaciado las estanterías de los supermercados de bienes de primera necesidad como comida o medicamentos. "Los saqueos no son por hambre (.) Son acciones vandálicas y organizadas por un sector que quiere crear zozobra justamente en estas fechas", ha afirmado.
Más allá de Bolívar, en otras ciudades del país se han registrado protestas, como bloqueo de vías, por la falta de combustible y alimentos y por los continuos cortes de electricidad, pero no se han llegado a producir disturbios de esa magnitud.
En el estado fronterizo de Táchira, policías y militares custodian las gasolineras, que solamente venden 35 litros por coche, de acuerdo con testigos consultados por Reuters. "Pareciera que el Gobierno juega con la paciencia de la gente", ha dicho Pedro Piña, un conductor de autobús del estado de Barinas.